El Anticristo. (Versión Extendida)

Perfiles de los personajes de El Anticristo Jennifer: El Anticristo, 24 años. Segundo primogénito de Jehová enviado a la tierra. Destinado por La Diosa Multiversal para ofrecer su vida por la muerte de los seres humanos y así conservar el equilibrio natural del ecosistema universal. Rubia como el sol. Estudiante de Bellas Artes. Tímida, introspectiva, fuerte e insegura por los sucesos de su entorno, solo desea tranquilidad. Ángel Exterminador: Eterno. Ser creado por el Creador a “imagen y semejanza”. Dotado de libre albedrío para exterminar cualquier raza que presente un desequilibrio en el universo. Panteras: Eternas. Seres gigantes en forma de panteras, provenientes de la galaxia XYZ. Negros igual a la noche absoluta, gracias a los cinco soles que orbitan alrededor del planeta natal. Las panteras, firmaron un pacto con El Ángel Exterminador ofrecerían su ayuda a cambio de la gracia de La Diosa Multiversal. Samoa: 18 años. Madre biológica de Jennifer. Mujer Himba. Cree en el dictamen del Creador. Sumisa y fiel a las creencias de sus orígenes, acepta con dolor ser la elegida para parir al Anticristo. Jennifer y Jack: 45 y 54 años. Primeros padres adoptivos de Jennifer. Para ambos, el bebé fue una bendición divina, ya que nunca pudieron tener hijos. Equilibrados, trabajadores, serenos. Edward y Victoria: 3000 años. Segundos padres adoptivos de Jennifer. Aparentan 50 años más o menos. Descendientes directos de Matusalén. Lúgubres, pero afables. Fundadores de la “Organización Pro Salvación del Mundo”: entidad que se dedica a evitar los designios de Joshua. Fieles a sus creencias están dispuestos a ofrecer su vida por la de los seres humanos. A pesar de su extrema longevidad, son mortales. Danniele 2500 años. Hijo de Edward y Victoria e ignorante del hecho. Cree que tiene 35 años. Trabaja como Arqueólogo en Israel; en la expedición: “En busca de la tumba de Jesús”. Soltero, curioso, asertivo, pragmático y organizado. Juega un papel importante en el segundo sacrificio ofrecido a La Diosa Multiversal. Elizabeth y Samuel: Eternos. Terceros padres adoptivos de Jennifer. Proveniente de la estirpe de Nabucodonosor, Rey De Babilonia. Fríos, indiferentes, inquietantes. Su misión: preparar a Jennifer para que acepte su destino. Gizas: Jesucristo. 33 años. Compañero de Jennifer en la universidad. Primer primogénito de Joshua. Otorgo su vida por la salvación de los humanos. Rebelde, divertido, sombrío. Ahora debe ayudar a Jennifer a cumplir con el mandato del La Diosa Multiversal. Tranquilo, sosegado, equilibrado. Klyew: 46 años. Conductor de profesión. Empleado de las industrias de exportación y distribución de Coca-Cola en el Reino Unido. Con una vida sencilla y tranquila se dedica a orar en su tiempo libre, aunque no se considera un ferviente feligrés. De carácter afable, proporciona amparo siempre al que más lo necesita. La vida de Klyew se ve distorsionada por la aparición de Jennifer en ella. A raíz de ahí, Klyew se ve envuelto en una serie de hechos que lo llevarán a descubrir la verdad, teniendo a Jennifer cómo principal objetivo. Jim: 37 años. Psiquiatra del hospital ¨La vida es bella¨. Recibe a Jennifer en su estado más caótico. Quién llega en un shock postraumático, después de presenciar la muerte de Edward y Victoria. Jim, egresado de la universidad de Massachusetts, se traslada al Reino Unido en un intento de superar la terrible masacre de su familia a manos de un Psicópata. Jim siente empatía por Jennifer ya que cree que han sufrido las mismas arbitrariedades. Jim empezará una investigación que le unirá a Klyew. Ambos creerán que deben hacer algo por la continuidad de la especie humana. Junto con los créditos, aparecen imágenes que relatan los hechos que aquí acontece. Panterámis Origen y Descendencia. En la galaxia XYZ, se encuentra un sistema solar compuesto por 36 planetas que orbitan entorno a cinco soles. En los astros existentes, coexisten varias formas de vida. Las Panteras rigen el sistema solar, formando la Jerarquía mayoritaria y absoluta sobre el resto de razas y especies que habitan en el espacio de tiempo. El planeta de origen, el más cercano al sol, que se encuentra a una distancia de mil trecientos cuarenta millones de Kilómetros, está compuesto por una formación rocosa y una vegetación que cubre sus vastos y extensos territorios, dominados por un gran océano que baña y entrelaza las tierras cómo si se tratase de un afluente que recorre y se entremezcla dando una visión desde el exterior, de un tejido hermoso y elegante del La Diosa Multiversal que les creó. El Dios, en femenino, diríamos La Diosa. Más Dios o Diosa, se trata de un ser compuesto por energía y sólo energía. Los átomos que fluyen por su ser contienen una estructura ligera que no permite la adhesión de ellos dando una peculiaridad hacia el brillo y la claridad. Luz es lo que perciben los ojos de los que pueden apreciar la belleza magnánima del ser que los representa. Los multiversos que existen entre este y los demás forman un entrelazamiento cuántico que producen una serie de líneas de tiempo que conforman las dimensiones existentes y los planos que se abren y se mantienen plegados en sí mismo, dando una versatilidad al espacio incluyendo el centro y ofreciendo a simple vista y sin ver los demás ingredientes cósmicos que no son más que la antimateria, materia oscura y energía oscura. El planeta llamado XYZPB, presentó una formación violenta y acelerada desde que la estrella principal se empezara a formar. Convirtiendo los gases que se escapaban de las supernovas cercanas en las otras estrellas que forman el sistema solar. Al principio de la formación, los gases se tornaron líquido convirtiéndose después en sólido. Diversos minerales fueron atraídos por la enorme gravedad que se ejercía en ese espacio de tiempo. Se combinaron y se alearon, dando forma a los átomos conocidos cómo átomos de la inteligencia absoluta. La composición química del átomo contiene una parte de ciertos gases desconocidos por los humanos aquí en Tellus Matter. En otras partes del Multiverso existen seres humanos que se encuentran en su estado más álgido de la la evolución. Conocen de primera mano la composición de los átomos de la inteligencia absoluta. En la formación del planeta que rigen las Panteras, teniendo a Panterámis cómo líder absoluto, hubo un estallido de estos átomos, haciendo que los demás planetas que conforman el sistema solar, se bañaran con esta composición. Todas las razas que germinaron y desarrollaron, tuvieron la oportunidad de moldearse, convirtiéndose en seres con conciencia e inteligencia. Panterámis, el primero en su especie, se creó a partir de los elementos, no tuvo padres que le permitieran la certeza ferviente de que su especie fuese más antigua que la suya propia. Al crearse a partir de los elementos de su entorno, hizo de él un ser que se desplegó por las montañas y vegetación del planeta de origen. Las copas de los árboles fueron su cuna y el agua que caía del cielo tormentoso, su cobijo. Una noche borrascosa, Panterámis, se dirigió, dando rienda suelta a su deseo de impregnarse en el arrecio de las aguas que caían sobre su ser, al punto más interno del planeta, aunque la extensión del mismo era considerable, Panterámis poseía unas extremidades fuertes y musculosas que le permitían cruzar su planeta de origen en un santiamén. Le gustaba particularmente esa zona del planeta ya que existía un manantial de agua cristalina en que se solía sumergir hasta las profundidades del océano. Nadaba cientos de kilómetros de forma subacuática llegando a la zona más abisal del extenso mar. Emergió en un pequeño arrecife que era su lugar predilecto y nadó hacia una de las luna para intentar llegar hasta ella cómo le gustaba hacer. Cuándo alcanzaba el horizonte, se sumergía nuevamente, e ingería una de las plantas que crecían en la profundidad de las inmensas aguas. Al volver, lo hacía por tierra. A veces caminaba, dando un paseo y otras corría por los campos plagados por diversas floras que nacían libremente en el lugar. En una pequeña entrada que daba a una caverna se encontraba con una especie de flora que no solía darse más que en ese lugar específico. Desarraigaba unas cuántas y las olisqueaba, aspirando su olor hasta que ya no les quedaba más. Las flores al caer en el suelo volvían emerger y se mantenían intactas cómo si fuese la misma planta del cuál habían sido extraídas. Panterámis quiso saber que era lo que hacía que las plantas tuviesen un crecimiento tan espontáneo y fugaz. Examinó los minerales que formaban el suelo. Al poseer el gen de la inteligencia absoluta Panterámis pudo definir de inmediato que se trataba de otra composición de átomos que hacían que la generación siguiente tuviese una aceleración en el ADN que componía la especie. Panterámis salió del recinto y se dirigió a la parte más norte del planeta. El viento empezó a soplar ligeramente y trajo consigo un ligero olor grácil que se desvaneció en el intento del oteo por parte de Panterámis. Siguió con su paseo cotidiano y decidió buscar un lugar para descansar. Se subió con destreza a unos de los árboles que se encontraban y poblaban la espesura de la vegetación que crecía sin cesar. Se posó en la copa del árbol, y observó el cielo nocturno. El planeta de Panterámis contenía un total de 23 lunas con numerosos asteroides que surcaban el firmamento en un continuo ir y venir girando entorno al planeta. El movimiento y sonido de las hojas que componían las copas inferiores del árbol en el que Panterámis reposaba, le sacaron de la observación celestial. Una serie de panteras emergieron y se posaron en su entorno. Para Panterámis resultó singular el suceso, hasta ese momento no había tenido la oportunidad de conocer a otros de su especie. Panterámis mantuvo expresiones con los otros de su estirpe durante toda esa noche. El grupo de panteras deseaban explorar los satélites y demás planetas del sistema solar. Liderado por Panterámis, formaron diferentes secciones para construir un transporte que les permitiera emerger hacia el espacio sideral y poder atravesar los diversos astros que se podían apreciar a simple vista. El planeta estaba plagado de diversos minerales que les proporcionaban la forma de realizar las herramientas necesarias para la construcción de la máquina que les haría acceder y surcar el espacio tiempo. Algunos de ellos se resguardecían cuándo los chaparrones se tornaban intensos y amenazantes, así que empezaron a idear la forma de construir moradas que les daban cobijo y calor. El planeta fue tomando forma y se formaron colonias. Otros que se iban generando se unían a Panterámis y al grupo. Empezaron a visitar los planetas y satélites encontrando otras formas de vida. Se hicieron alianzas y concejos que mantuvieron cómo Jerarca siempre a Panterámis, que fue el primero en su especie y el primero en el sistema solar. La galaxia XYZ tenía la capacidad de mostrar una evolución diferente y casi única por la ausencia del agujero negro que suele ser frecuente en otras galaxias de este universo en su centro. Giraba entorno a sus propias estrellas y la gravedad era originada por un objeto estelar denominado HGFNDS que impulsa una gravedad más pesada que cualquiera que pueda originar otro objeto estelar. Este objeto estelar es una especie de campo eléctrico que se origina a partir de las partículas e iones que forman un metal conocido cómo Hierro Gaseoso. Los átomos que le componen son extremadamente pesados y hacen de la gravedad un impulso que les mantiene al filo del horizonte de sucesos. Desprende material cósmico y a su vez atraen el mismo material. Las galaxias que presentan esta singularidad están en su estado más evolucionado. La fusión de la galaxia XYZ, se acercaba sin dilación y sin prisas, pronto Panterámis y el resto de Jerarcas que conformaban el concejo absoluto, decidieron realizar otros tipos de viajes para poder trasladarse a lugares más seguros. Panterámis ignoraba que había tomado la decisión incorrecta. Los designios del Dios o Diosa Multiversal consistían en exterminar esa línea de tiempo. La fusión formaba parte de un mandato celestial y por lo tanto todo lo que suponía contradecir este designio significaba un grave acto de prejuicio contra el universo. La Diosa Multiversal, que en la especie humana es conocida cómo el Creador, determinó que las especies que no habían sido extintas, deberían presentar una involución en el desarrollo. El Ángel Exterminador dotado de libre movimiento, para entrar y emerger así sea su designio se presentó ante La Diosa Multiversal para hacerse cargo de la evolución de las especies que presentaban un desequilibrio en la tierra, más en la tierra se libraba la batalla entre Zehín y los 5MHB. Zehín formaba parte del tejido celestial que compone La Diosa Del Multiverso. El Ángel Exterminador interceptó la energía de Panterámis en el momento en que emergía de la tierra e hizo un pacto con él. Le liberó y prometió que su raza permanecería inalterada y que su evolución continuaría en la tierra de la forma predestinada por el espacio de tiempo que ha sido formado por Joshua, uno de los discípulos que accedió al Quinto Cielo o Cielo de la Creación, dónde los elementos conocidos cómo antimateria, energía oscura y materia oscura instruyen y guían a las energías seleccionadas por La Diosa Multiversal. Nota Yenny Autor: En las presentación de Imágenes, se muestra la lucha entre el Rey 5MHB y Zehín. Panterámis e Isis, capturados por el Rey 5MHB y emergiendo en forma de energía hacia la superficie. Se pude obviar a Isis. El Rey 5MHB, podría tener una similitud con Nabucodonosor. Pero a mi personalmente no me atrae porque Nabucodonosor es un Dios. I Acto Fondo Negro. Al igual que en una máquina de escribir, en un fondo negro, aparecen una a una letras de color blanco. A medida que aparecen las letras, se lee: “Cuando La Diosa Multiversal formó el Multiverso y las distintas especies, creó al Ángel Exterminador. Ser único hecho a partir de la energía que emana del nirvana. Aquél que tendría libre albedrío en toda aquella raza que presentara un desequilibrio universal. A su vez permitió a Joshua, crear a dos seres. Los cuales tendrían un papel importante en la vida de las demás especies. Joshua les otorgó el poder de salvar a cualquier raza en peligro de exterminio. Decidió ponerles una marca en forma de tres jotas entrelazadas, lo que significa: Jesús y Jennifer, hijos de Joshua, aquellos que salvaran a las especies de la ira del La Diosa Multiversal y del Ángel Exterminador”. Las letras empiezan un giro lento. Se forman dos palabras: EL ANTICRISTO Las palabras se alejan con rapidez hasta convertirse en un punto blanco, el cual explota y baña la visión. Sur-Este de Inglaterra. Abril de 1837. El pitido que emerge del cuerno en los labios del Ángel Exterminador se escucha nítido y con fuerza. Anuncia victorioso la advenida del exterminio. Hace un gesto de énfasis con los labios entorno a la boquilla del cuerno. El pitido, reaparece incansable. Despega los labios del cuerno. Sonríe diabólico. Los dientes y colmillos, evocan la sonrisa cruel del cocodrilo dispuesto atacar. Los ojos rasgados, muestran un verde esmeralda en la totalidad de la esfera ocular. La cabellera rojiza, se funde con las alas negras igual al azabache. Las alas abiertas en extremo, ofrecen un aspecto amenazante. Se mezclan con el traje negro adherido a la piel. El Ángel Exterminador desafiante, baja la mirada al suelo, dónde se encuentran Edward y Victoria. De pie, en el porche de una modesta casa de campo, con ropa similar a la de la época victoriana, repiten unas palabras en arameo mientras pasan una a una las cuentas de un rosario antiguo. Un símbolo circular forjado en hierro, con unas inscripciones en arameo, bordea el larguero del umbral. A pesar de la fiereza que inspiran las palabras, ofrecen un toque cordial y amable a la entrada de la casa. El Ángel Exterminador ríe. La larga cabellera al viento, ondean por encima de las alas. Cabello y alas se mezclan en uno solo haciendo que la cabellera se muestre amenazante. Edward y Victoria, sin amedrentarse ante tal exhibición de poder, continúan con la repetitiva oración. El Ángel Exterminador, alza la mirada al cielo. Grita en señal de comunicación con La Diosa Del Multiverso. Edward y Victoria, en vista del triunfo momentáneo, cobran fuerza y siguen con el singular cántico. El Ángel Exterminador hace un gesto de desprecio a Edward y a Victoria quienes fijan las miradas en los ojos de este. El cual responde de forma feroz. Sube con las alas abiertas en extremo al cielo, fundiéndose en la oscura atmósfera. Edward y Victoria, sin dejar de observar el cielo paran de orar. Siguiente Secuencia. II. Namibia 24 de diciembre de 1988 00:00 AM El Chaman, de la tribu de los Himba, revolotea entorno a una gran fogata. A la vez que emite un cántico, escupe un líquido. El pecho a la vista deja ver unos dibujos circulares. En medio del chaman y el círculo que conforman el singular rito, Samoa, una joven de apenas 18 años, recostada en el suelo, con las piernas abiertas grita de dolor. Los chillidos se intensifican. El Chaman, sigue el canto con brío. Una cabecita rubia, teñida de sangre, se muestra en medio de las piernas de Samoa, quién grita de dolor y angustia. El Bebé lloroso, sale a la luz. El chaman, toma al bebé y le revisa el cuello. Las tres jotas entrelazadas se muestran, cómo una representación del ser que acaba de salir a la luz. Samoa, empieza a suplicar por su hijo. El chaman le informa que ha sido una niña y que todo irá bien. Samoa, ante la noticia se deshace entre sollozos. Con la niña en las manos camina en dirección al Jefe De La Tribu, quién se encuentra sentado en el suelo, en posición de meditación cerca de los onjuos que forman la comunidad. El cuerpo del Jefe, cubierto con apenas un taparrabos, deja la piel del pecho a la vista, teñida con círculos azules y rojos. El resto de la tribu, en silencio, se mantiene en derredor del Jefe. La niña, con los ojos muy abiertos, reposa tranquila en las manos del chaman. Un gran astro brillante surca el firmamento. La niña alza su mirada al cielo y observa el astro. La tribu, en estado de trance, emite un cántico alzando las manos al cielo en señal de gratitud. El chaman le entrega la niña a uno de los jóvenes. El joven toma a la niña y se interna entre los matorrales. Camina en medio de la sabana arropado por la brillante luz astral. La niña empieza a llorar. El joven le mira mientras la deja con sumo cuidado en la maleza. La niña al sentir el contacto con el frío del zarzal intensifica sus lloros. El joven se marcha del lugar, dejando a la niña llorando sin cesar. La maleza comienza a moverse con lentitud. Una leona, se abre paso en medio de la espesura. El pelaje castaño del animal, brilla con intensidad por la luz del astro. La niña gimotea. La leona se acerca al bebé. Le olisquea. La niña merma los lloros. La leona se echa al lado de la niña. Quién busca la hinchada ubre del mamífero. Empieza a amamantarse con ansiedad de la leona. Siguiente Secuencia. III. Sur-Este de Inglaterra 25 de diciembre de 1988 00:50 AM. Edward y Victoria, con rictus serio, en el porche de la casa, observan con atención el gran astro brillante en el firmamento. La luz de la estrella, se refleja tenue en el símbolo del umbral. La ráfaga de luz dibuja las letras en arameo. Namibia 25 de diciembre de 1988 10:00 AM. El Land Rover 109 Especial, surca la sabana de Namibia. El radiante sol, inunda el paisaje. Hace brillar los matorrales amarillentos. En la parte trasera del Jeep, Jennifer, mujer mayor, en la mitad de la vida predestinada a los humanos, con el pelo rubio cómo el sol, y vestida con el traje de safari, lleva unos prismáticos con el que observa la belleza de los paisajes africanos. Le comenta a Jack, el marido, hombre rubio, vestido igual a Jennifer y con una cámara colgada al cuello, lo extenso del territorio. Jack, la mira risueño. Intenta quitarle los prismáticos a la mujer. Jennifer, sonríe. Le comenta, tú lo has llevado la última hora. Ahora, es mi turno. Jack, jubiloso, observa a los demás turistas en el Jeep. Todos van exclamando y sorprendiéndose a cada instante por la magnificencia de lo que hay ante sus ojos. Los flashes de las cámaras, invaden la parte trasera del estrecho vehículo. Jack se resigna e imita al resto. Jennifer, exclama: ¡Jack una leona con el cachorro! En la sabana, la leona postrada en el suelo junto a la niña, se evidencia en medio de los matorrales. Los demás pasajeros exclaman. Preguntan cómo cotorras: ¿Donde?¿?¿?. Jennifer, sin quitarse los prismáticos ante los ojos, alza el dedo y señala al horizonte. Los pasajeros piden al conductor parar un momento y poder así disfrutar del bello panorama natural. El conductor, negro igual a la noche absoluta, con bermudas y guayabera color kakis, estaciona complacido. Jennifer sin apartar la mirada de los prismáticos, pregunta al conductor si los bebés leones presentan alguna dificultad con los depredadores de la zona. El conductor explica que al ser una reserva natural, los animales que viven en ella tienen un comportamiento menos salvajes que los que viven en libertad. Jennifer, aumenta la imagen de los prismáticos. Exclama angustiada. Los pasajeros, Jack y conductor, se alarman. Jennifer, horrorizada, se quita los prismáticos. Mira con gesto de horror al conductor y dice entrecortada: es un bebé. El conductor quita los binoculares a Jennifer. Observa a través de las lentes. La leona, se levanta poco a poco de al lado de la niña. Observa a la manada de humanos enardecida. Se retira con lentitud de la niña. De inmediato, la niña empieza a llorar. La leona, fija los pequeños y achinados ojos amarillos, en los seres humanos, presas de la histeria. Jennifer empieza un monólogo instando al conductor. Deben salvar al bebé. La leona se retira del lugar. Se interna en la maleza con tranquilidad. El conductor baja del coche y se encamina con lentitud en dirección al bebé lloroso. Otea en busca de la leona. Prende apresurado al bebé. Quién para de gimotear en el acto. El conductor le revisa. Exclama con júbilo: La niña se encuentra ilesa. La lleva al Jeep. Jennifer ase a la niña. Unas lágrimas brotan de los ojos de Jennifer. Jack le toca el hombro y asiente en medio de sollozos entrecortados. Jennifer revisa a la niña en busca de algún rasguño. Le limpia con cariño la cara aún teñida de sangre por el parto. Jennifer nota en el cuello de la niña el estigma de nacimiento. Las tres jotas entrelazadas producen estupor en el rostro de Jennifer. Le muestra el descubrimiento a Jack. Ambos, consternados, empiezan a reír. Jennifer, en medio de la emoción que le proporciona el encontrar a la niña, dice a Jack: es un milagro. Siguiente Secuencia. IV. Londres. Enero de 1989. El Peugeot 406, rojo surca la M25 de Londres. Jennifer, sentada en el asiento del copiloto con medio cuerpo girado hacia la parte trasera del coche, le hace mimos a Jennifer niña. Quién ríe risueña sujeta a la silla propia para bebés. Un babero de paño blanco, pende del cuello de Jennifer niña. En él, el nombre de Jennifer, se lee con letras de color rosa. Jack, al volante, mira por el espejo retrovisor la tierna escena. En la autopista, Klyew, al volante del camión cisterna, circula al lado del Peugeot 406. Escucha Stairsways To Heaven al cielo de Led Zeppelin. Para Klyew la mañana resulta tranquila, el cielo presenta ciertos nubarrones al norte pero los rayos del sol se dejan entrever, cayendo cómo suaves hilos dorados en la carretera. Un crucifijo al igual que un dije engalana el cuello de Klyew. Jack gira el rostro a la parte trasera del vehículo. La maniobra le hace perder la estabilidad. Klyew roza unos milímetros al Peugeot. El cuál se sale de la vía. Vuelca aparatoso. Klyew, de inmediato, estaciona en el arcén. Baja de prisa del camión. Corre al Peugeot volcado. Le insta el llanto de Jennifer niña. Llega al Peugeot. Abre la puerta trasera del coche. Desata a Jennifer niña. La coge en brazos. Observa a Jack y a Jennifer inconscientes sobre los airbag. Camina en dirección al camión. Deja a Jennifer niña en el asiento del copiloto. El Peugeot explota ante los asombrados ojos de Klyew. Jennifer niña, empieza a llorar desconsolada. Siguiente Secuencia. V. Londres. Enero de 1993. En el despacho, decorado de forma antigua y lúgubre, el orfanato con nombre Las Normas de la Vida, con una reputación en su educación de ser respetable y legal, la Directora, vestida con una falda larga hasta los tobillos, americana negra y un lazo blanco en el cuello, observa con interés a Edward y a Victoria. Quienes con miradas lacónicas y serias esperan de pie ante la Directora. Esta les invita a sentar. Edward y Victoria, agradecen la invitación. Sin andarse con rodeos preguntan directamente por Jennifer. Lleva cuatro años en el orfanato y estuvieron buscándola durante ese tiempo ya que forman parte de su árbol genealógico. Se presenten cómo tíos lejanos de la vertiente South Africana de la familia de Jennifer. La directora les observa un largo instante muy seria. Explica breve el comportamiento irracional de Jennifer. Aún continúa castigada por pegar a Horacio un niño de diez años que incordiaba a Charlie que sólo tenía cuatro años. Le empujó fuertemente y Horacio cayó por tierra, produciéndose unos leves rasguños. Edward y Victoria, cruzan miradas. Observan con detenimiento a la Directora. Victoria, le inquiere si debe añadir algo más. La Directora balbucea. Respira profundo. Busca en el cajón del escritorio. Extrae unos dibujos. Se los muestra a Edward y Victoria. En todos los dibujos se especifica la representación del juicio final en varias demostraciones. Diversas figuras las cuales semejan a seres humanos envueltos en llamas suplican con las manos alzadas al cielo. El encabezado de todos los dibujos dictamina aterrador: “LOS HUMANOS DEBEN MORIR”. Edward y Victoria, fijan las miradas en la Directora. Siguiente Secuencia. VI. Sur-Este de Inglaterra. EL Buick Lesabre, de color negro brillante, estaciona frente a la casa de Edward y Victoria. Del coche baja Victoria con la pequeña Jennifer en brazos. Jennifer rubia igual al sol del magnífico día se frota los ojos verdes con el dorso de la mano. Observa la casa. Presta atención al extraño símbolo circular en el larguero del porche. Jennifer sonríe. Balbucea: “No pasarás”. Victoria le mira. Le besa en la mejilla. Le ratifica al oído con suavidad: “No lo hará”. Jennifer sonríe. Edward baja del coche con el equipaje. Caminan en dirección a la casa. Llegan al porche. Edward abre la puerta de entrada. Entran a la casa. La puerta se cierra con fuerza inusitada tras ellos. II Acto Año 33 de Nuestra Era. El sol cae cómo una cortina ardiente, produciendo un efecto resplandeciente en las tierras arenosas de Jerusalém. Los martillazos, sobre los enormes clavos en las muñecas de Jesús, retumban por todo el Monte del Calvario. Jesús con mirada pérdida y absorta observa a los encargados de la crucifixión. La ropa hecha jirones adornan su cuerpo. Por las aberturas de la ajada vestidura se divisa las heridas recibidas por los soldados de Pilatos que custodian el hecho. En medio de la Multitud, Elizabeth y Samuel, observan la pena de muerte. Los verdugos, alzan la cruz con las poleas, y Jesús emite un leve quejido al quedar en posición horizontal. Uno de los soldados le ofrece de beber vino agrio en una esponja atada a una de los sables. Jesús niega y se limita a ver a los curiosos que arremolinan el lugar. Otro de los soldados ofendido por el orgullo de Jesús al rechazar la bebida, en las condiciones en el que se encuentra, le hiere en el costado con el arma. Jesús se queja ligero y gira el rostro a la derecha. Observa a un hombre en sus mismas condiciones. El hombre le mira y le desafía a que se salve del castigo. No entiende cómo un Dios Viviente no puede salvarse a sí mismo. Jesús emite un ronquido. A su izquierda se encuentra otro hombre crucificado al igual que Jesús y el hombre amenazante. El hombre a su izquierda reprende al de la derecha de Jesús, diciéndole: ¿Acaso no temes a la ira de Dios? Tú que estás aquí sufriendo igual que uno de ellos y dirigiéndose a Jesús le dice, acuérdate de mi cuándo estés gobernando sobre este Universo. Jesús le mira y alza el rostro al cielo. Susurra: Dios ¿Por qué me has abandonado?. Los elementos responden a la agonía de Jesús haciendo que los nubarrones de lluvia se acerquen y cubran completamente el cielo. La lluvia empieza a caer con fuerza sobre la planicie. Elizabeth y Samuel, echan una última mirada a Jesús y se retiran del lugar. Jesús siente cómo las gotas de lluvia caen por el rostro. Sigue con la mirada fija al cielo y suspira. La cabeza de Jesús cae inerte sobre el hombro. Las personas empiezan a abandonar el lugar un poco contrariadas en medio de pequeñas carreras debido al intenso aguacero. El Soldado que le da de beber a Jesús es Ben Hur. El Verdugo podría ser el Cámara. Y Ben Hur el reportero. Escena del Sacrificio. Siguiente Secuencia. VII. Tercer Día. Resurrección. Domingo. Elizabeth y Samuel, con una palanca, retiran con un ligero esfuerzo la enorme piedra que obstruye la entrada a la tumba de Jesús. Un par de camellos le esperan en las cercanías. Entran en la caverna y se acercan al cuerpo del Dios que se encuentra cubierto por una túnica. Samuel busca un recipiente en el bolso que lleva colgado. Lo acerca a las fosas nasales de Jesús. Las partículas del líquido brillantes se evaporan y entran con suavidad por la nariz de Jesús. Absorbe el olor y entreabre los ojos. Elizabeth se acerca. Comprueba el pulso y la vista. Samuel guarda el recipiente. Jesús pregunta a Samuel por sus identidades. Samuel le comenta que luego le explicará mejor los acontecimientos. Ahora es necesario salir de prisa de allí. Entre Elizabeth y Samuel le ayudan a bajar del altar. Jesús le pide a Samuel pergamino y tinta para escribir. Samuel busca en el bolso y le da los instrumentos solicitados a Jesús. Se apoya en la misma piedra dónde ha yacido durante tres días y escribe unas palabras. Camina hasta la pared norte y enrollando el pergamino lo introduce en la pared. Procura que quede bien oculto. Luego acompaña a Samuel y a Elizabeth fuera de la caverna. Quienes le ayudan a subir a uno de los camellos. Marchan del sitio. María y las hermanas de Jesús llegan al lugar sin reparar en los camellos de Samuel y Elizabeth que ya no se divisan por ahí. María que lleva una cesta con ungüentos y aceites para limpiar el cuerpo del hijo se queda enmudecida al ver la tumba entreabierta de Jesús. Tal es su sorpresa que se le cae la cesta al suelo. María y las hermanas de Jesús exclaman y entran en el mausoleo vacío del Dios Viviente. Siguiente Secuencia. IIX. Casa de Samuel y Elizabeth. Palacio Norte de Jerusalém. El palacio, con las cúpulas coronando las torres del mismo, se ubica en la parte más septentrional de Jerusalém. Los colores al fundirse con los rayos del sol dan unos toques flamígeros al edificio. En el salón norte, del palacio, Jesús es curado por Elizabeth. Las heridas en las muñecas se muestran en carne viva. Samuel entra al salón acompañado por los doce discípulos de Jesús. Jesús les comunica lo que deben hacer a partir de ese momento, que es predicar lo que han vivido junto a él. Las hazañas y los hechos, las parábolas y la verdad sobre los universos existentes. Los Dioses que existen y el peligro que corre la especie humana en su intento de superar los mandatos de la Diosa Multiversal. Los doce discípulos escuchan atentamente a Jesús y le comunican la muerte de Judas Iscariote. Jesús le pregunta dónde puede encontrar el cadáver de Judas. Santiago le explica que lo han echado a los cerdos salvajes cómo pasto. Santiago lleva las monedas que Judas aceptó por la traición a Jesús. Se las entrega. Las encontró en el lugar dónde Jesús halló a Judas por vez primera. Jesús coge las monedas y las observa. Santiago sonríe complacido. Santiago había decidido predicar y mostrar las monedas que fueron testigos de la profanación del Dios Viviente, al que no se respetó y se puso en duda los testimonios y el poder que ejercen los Dioses Multiversales sobre los reinos existentes. Los discípulos se despiden de Jesús y se retiran. Jesús se queda con las monedas en las manos. Mira a Samuel y a Elizabeth. Samuel les comunica que deben partir esa misma noche. El Ángel Exterminador se acerca a Jerusalém. No deben estar allí cuándo eso suceda. Jesús le pide a Samuel ir por el hombre que se encontraba a su izquierda. Samuel y Elizabeth, se preparan para salir. Siguiente Secuencia. IX. El Ángel Exterminador, se pasea ante Poncio Pilatos. El gobernador de la ciudad, se limita a observar la magnificencia del ser. Ante él un extenso manjar ofrece una cantidad de frutos y panes propios de la zona. Le ofrece al Ángel algo de su mesa. El Ángel Exterminador, sigue con el paseo observando el salón ostentoso de Poncio Pilatos. La voz áspera y aterciopelada del Ángel Exterminador emerge de él y le inquiere al gobernador por los soldados que profanaron a Jesús. Poncio Pilatos, le recuerda con mucho tacto que él se desentendió del castigo y quiere mantenerse al margen de la situación. El Ángel Exterminador se limita a mirarle fijamente. Le sonríe. Siguiente Secuencia. X. El Ángel Exterminador, abandona la aldea de los soldados dejando tras de sí un torbellino de llamas y destrucción. Los gritos de los soldados se escuchan angustiosos entre el estrépito de las flamas devorando todo cuánto hay. Despliega las alas y se alza sobre sí mismo. Observa el lugar. Con un gesto de la mano, empieza a producir explosiones, ayudado por la tormenta eléctrica que invoca. Uno de los rayos cae sobre una de las cúpulas del palacio de Poncio Pilatos. El gobernador, contrariado, sale a uno de los balcones, mientras observa cómo toda la ciudad queda reducida a cenizas. Siguiente Secuencia. IXX. La Historia Del Jeque. Presentación en Imágenes. Génesis. Uno de los humanos que conformaban el poblado de Zehín, huyó tras la violenta masacre que sufrió la especie por parte del Rey 5MHB, y del mismo Zehín a las especies que trajo dicho Rey. El humano de nombre Matusalén no quiso seguir a Moisés el hijo de Zehín, ni quiso pertenecer al grupo de blancos que habían sobrevivido, así que partió lejos y se llevó consigo a la hija de uno de sus mejores amigos. Con la que tiempo después contrajo enlace según los mandamientos divinos de Zehín y del Imperio en el cuál había formado parte. Tuvieron descendencia y se encargaron de transmitir la sabiduría adquirida de generación en generación. Matusalén era considerado inmortal pero el sabía que eso no era cierto. Sabía que el fin se acercaba y veía que la tribu y comunidad que había formado necesitaba poder evolucionar y convertirse en lo que La Diosa Del Multiverso deseaba. Joshua, el creador de Jesús, uno de los discípulos que habitan el Quinto Cielo o Cielo de la Creación, al ver que su Universo era fallido por la especie humana que habita la tierra, rogó a La Diosa Del Multiverso, una oportunidad para rescatar la creación que se había desarrollado de forma difícil y lenta. Se dirigió a la tierra y se presentó ante Matusalén. Le explicó su deseo de enviar a un Mesías para que los humanos tomaran conciencia rectificando en su forma de vida y se arrepintieran de los sucesos que hacían la vida más ardua. Matusalén quiso saber cuál era el propósito de Joshua por salvar a los humanos. Joshua le mostró el peligro que corría el Universo si la especie humana no remediaba su actuación. El Universo se desplegó ante los ojos de Matusalén y pudo observar cómo la tierra quedaba hecha cenizas gracias a la creación del acelerador de partículas. Lo que desequilibraba la fuerza gravitatoria de todo el sistema solar haciendo que todos los planetas perdieran la estabilidad y se precipitarán hacia el sol. Lo que desencadenará una destrucción en cadena provocando la muerte de los sistemas solares cercanos y demás objetos estelares causando el exterminio de muchas especies en el Universo así cómo la de los humanos que están en su máxima evolución en otras partes del universo en dónde coexisten. Matusalén, decidió junto con la información de Joshua crear una Organización que impidiese los deseos de la raza humana, haciendo que está avanzara de forma espiritual y mental. Se dedicó a instruir a la comunidad que formaba su estirpe. Escribió pergaminos con la sabiduría adquirida. El libro se encuaderno a base de una aleación de titanio y oro. Matusalén tuvo la precaución de colocar un engranaje a la que sólo él pudiera tener acceso. Se abría con una especie de llave hecha de platino. La llave componía tres jotas entrelazadas que encajado a la forma descrita en el tomo del libro hacía que se abriese de forma sutil. El epígrafe del libro empieza con el título de Primer Testamento. Matusalén tomaba notas de lo que pasaba en su entorno, e hizo del libro un manantial de sabiduría en dónde se exponía todos los encuentros con Joshua y las visiones que tenía a través de los testamentos que exponía el Discípulo de La Diosa Multiversal. Matusalén, que se había convertido en un nómada junto a su comunidad, siguió recorriendo el planeta que apenas conocía, a pesar de los años que llevaba en él. Caminaba por la costa de la Península de Sinaí, junto a su comitiva. Decidió acampar, aprovechando que se encontraba al lado del mar. Edward y Victoria, una pareja de jóvenes sin superar la edad adulta, se dirigen a Matusalén y anuncian que saldrán a explorar la zona. Matusalén asiente y pide que no supere mil metros a la redonda, el territorio recorrido. Edward y Victoria, sonríen y cogidos de la mano salen en carrerilla. Matusalén, empieza a descargar algunas cosas de los camellos cargados con macutos. El sol cae con fuerza. Matusalén se seca el sudor que empieza a empapar su frente. La arena empieza a levantarse con suavidad, debido a la ligera oleada del viento que procede del mar subyacente. Matusalén otea el entorno. Gira el rostro. El aire continúa alzando la arena del desierto. Baña los rostros de los hombres y mujeres que conforman la caravana. Los camellos empiezan a mostrar signos de nerviosismo. La arena continua elevándose poco a poco. La suspicacia de Matusalén hace que asegure el macuto dónde tiene el libro sagrado. Las nubes en el cielo, se agitan al son de la arena. La tormenta de arena resulta inevitable e impredecible. Una terrible plaga de langostas, se abre en medio del arenal con un zumbido de ultratumba. Parecida a una nube de color negra, arrasa el séquito. El Ángel Exterminador, desciende en vertical del cielo, majestuoso y elegante en medio de la tormenta y las langostas. Lanza un clamor de satisfacción. Deja a la vista los afilados colmillos. La comitiva en medio del desorden gritan horrorizados. El Ángel Exterminador con un simple gesto de la mano, acaba con la vida de todos. Los camellos permanecen ilesos aunque braman nerviosos. Matusalén en el centro de la masacre, dentro del enjambre de langostas y la tormenta de arena que se mantiene en movimiento, observa al Ángel Exterminador. Sonriente, agudiza el oído. Pregunta: ¿Dónde están? Matusalén, se aferra al macuto en un intento de poner a salvo la sabiduría escrita. El Ángel Exterminador, informa a Matusalén, que el libro no corre peligro con él. Repite la pregunta: ¿Dónde están? Las nubes en el cielo, se agrupan con rapidez. Se tornan gris de inmediato. Un relámpago, surge de las nubes agrupadas. El sonido del trueno, retumba en el desierto. Ilumina el rostro del Ángel Exterminador. Quién de inmediato a modo de respuesta lanza una exclamación. Observa a Matusalén y extendiendo el dedo índice le señala y lo libera en un instante. La energía del cuerpo de Matusalén se desprende y se disipa con los elementos. El cuerpo de Matusalén cae aniquilado. La tormenta de arena, a modo de lluvia se esparce sobre los cuerpos inertes de los hombres y mujeres. Las langostas, se disuelven junto a la arena. El Ángel Exterminador, deja el suelo terráqueo de igual forma que descendió. Desaparece en el cielo. Las nubes, se disipan. Reaparece el blanco natural de las mismas. El cielo, vuelve a tornarse azul y radiante. Edward y Victoria, observan aterrados, los cadáveres de los acompañantes junto a los camellos que aún continúan nerviosos. Corren al cuerpo sin vida de Matusalén. Ambos se miran consternados. Edward y Victoria, deciden continuar con el recorrido. Se hacen con el libro, del macuto de Matusalén. Recogen las pertenencias. Incluyen una caja con semillas, varios pergaminos enrollados y un rosario. Comienzan un largo itinerario. La trayectoria se refleja en un mapa mundial. Llegan al sur-este de Inglaterra. Se asientan. Construyen una torre. Toman el libro como dogma. Día a día, se instruyen con el libro. Lo utilizan para preparar todo tipo de infusiones, polvos y oraciones. Victoria, se queda encinta. Da a luz un niño. Victoria, con el bebé en brazos, llora desconsolada. El sol cae sobre los rubios mechones de Danniele que cuenta con la edad de cinco años. En medio del jardín juega con las flores. Edward en el porche de la casa, libre del símbolo circular en arameo, observa a Danniele. Los elementos de la naturaleza, empiezan con la retahíla de la advenida del Ángel Exterminador. Edward corre en dirección a Danniele. Se lanza en plancha a medida que continúa el ritual de la llegada. Logra tocar con la punta de los dedos el cuerpo de Danniele. Quién desaparece ante la atónita mirada de Edward. El Ángel Exterminador, con el niño en brazos, se alza sobre Edward. Sube. Se funde en el cielo, junto a una sinfonía de relámpagos y truenos. Edward acostado en la grama, con la mano extendida al cielo implora piedad. Victoria sale al porche. Corre hacia Edward. Le abraza. Edward llora desconsolado. Victoria le acompaña igual de sentida. Siguiente Secuencia. XIII. Jerusalém Talpiot. Mayo 1980. Danniele, a sus treinta y siete años y a pesar de la madurez de la edad, posee rasgos faciales juveniles. De pelo castaño, se frota con un pañuelo los ojos a conciencia. La arena del desierto, se levanta con suavidad. Baña las vestiduras de Danniele, bermudas y guayabera de color kaki. El sol cae implacable. El resto de la cuadrilla del grupo de Arqueólogos, caminan de un lado a otro. Danniele, seca las gotas de sudor del rostro, con el pañuelo. La cueva de roca caliza, se muestra ante él, con una abertura parecida a la de una grieta. Samsara, hombre de cuarenta y cinco años, israelí de nacimiento, moreno, vestido al igual que Danniele, con el traje típico de arqueólogos y el sombrerillo beige, observa al lado de Danniele la tumba de los Diez Osarios. Le dice confidencial a Danniele, el poco tiempo permitido en la cueva. Danniele, arquea la ceja izquierda. Sonríe. Responde a Samsara: me tomaré el tiempo necesario. Yo también he contribuido económicamente con está excavación. Samsara pregunta a Danniele, quién de los dos bajará primero. La estrecha cueva permite oxígeno solo para una persona. Danniele, fija la mirada en la de Samsara, el cuál asiente cortés. Danniele empieza a bajar en medio de la roca. Llega a la abertura. Entra con sigilo y curiosidad a la tumba de Jesús. La pared norte de la antecámara decorada con un símbolo, en forma de V invertida y una media roseta circular deja a Danniele con la boca abierta. Toca con la punta de los dedos la pared arenosa. La arenilla queda en las yemas de Danniele como un testamento fiel de la estadía. Pensativo frota la punta de los dedos. Danniele, camina en rededor de la gruta. Observa con detenimiento un orificio en la parte superior. Sube con cuidado por los salientes de roca. Llega a la altura de la abertura. Otea el interior. Danniele mete el antebrazo de pleno en el hoyo. Tantea sin resultado. Baja con sumo cuidado. Respira con dificultad por el aire enrarecido. Se apoya en el lado. Los dedos ceden. Se insertan en la pared. Danniele, observa la mano casi sumergida. La retira con suavidad. Una entrada que evoca a una minúscula madriguera se muestra frente a él. En el interior, del estrecho agujero, se halla un pergamino enrollado. Danniele, mira la entrada de la cueva. Fija la vista en el descubrimiento. Suspira en busca de oxígeno. Decidido pliega los dedos. Los acerca a la abertura. La voz de Samsara le hace dar un respingo. Samsara se abre paso con dificultad. Dice a Danniele algo relacionado con la habitación del hotel. Danniele, deseoso de soledad resta importancia. Pide amable a Samsara, soledad. Samsara le mira confundido. Accede a la petición del colega. Abandona el lugar. Danniele se concentra en la tarea. Extrae el pergamino con suavidad. El paso del tiempo hace romper las esquinas del papel al retirarlo del nido. Danniele respira. Lo coge con extrema delicadeza. Observa el pergamino. Lo esconde con cuidado excesivo en el bolsillo del pantalón. Siguiente Secuencia. XIV. La habitación del hotel revuelta y con signos de violencia, se muestra ante a Danniele y al Director del hotel. Danniele exige una explicación. El Director, confundido, pide mil disculpas. Ofrece la suite principal a Danniele. Danniele, sentado en la silla del escritorio de la suite principal, observa con detenimiento el pergamino enrollado. Con la ayuda de unas pinzas especiales lo abre con sumo cuidado. Las letras en arameo quedan a la vista. Danniele se concentra en la inscripción. Lee las escrituras cómo si orase: Yo, Jesús, proveniente de la sabiduría celestial otorgada por La Diosa Del Multiverso a Joshua, he sacrificado mi estatus por el de los seres humanos, más no será suficiente para el desarrollo de la especie. De esta manera os dejo escrito la siguiente profecía que me ha sido concedida en el Monte de los Olivos. “Y entonces Joshua, enviará al Segundo Primogénito a la tierra.” “Traerá la paz a los seres vivos que habitan en ella”. Danniele, examina el papel en busca de otras profecías. Concentrado en el hacer, se sobresalta al escuchar los toques de nudillos en la puerta de la habitación. Observa la puerta. El llamado sigue continuo y decadente. Danniele, nervioso, pide tranquilidad y soledad en un hilo de voz. El llamado cobra intensidad. Danniele, aún más nervioso insiste en la petición. La puerta sale despedida de un golpe. Cuatro Beduinos, cimitarras en mano entran de forma triunfal. Danniele, les observa con horror. La sala del palacio real del Jeque, plagada por el servicio, se expone ante Danniele. El enorme recinto de paredes de mármol refleja máxima fastuosidad. Danniele, intenta zafarse de los Beduinos. Le llevan casi a rastras sujeto por ambos brazos. Le dejan ir con un fuerte empujón. Danniele, cae de bruces al suelo. Una de las mujeres que componen la servidumbre le ayuda a levantarse con delicadeza. El Jefe De Los Beduinos, le dice a la mujer que le lleve a los aposentos dónde lo hospedarán. Danniele, vestido con una túnica y cogido de ambos brazos por los guardias, le trasladan a la cámara del Jeque. Danniele accede al recinto custodiado por los guardias. Cierran la puerta y Danniele observa al Jeque que se encuentra sentado en un sillón hecho con el telar más exquisito. La decoración hecha a base de telares de seda y enormes cojines del mismo material ofrece un toque elegante y acogedor. El Jeque sostiene una caja. El pergamino, reposa en ella. Observa a Danniele, ante él. Con un ademán de la mano, ordena a los guardias, mantenerse alerta. Danniele, pregunta al Jeque por que se encuentra allí. El Jeque, le mira con cara de pocos amigos. Le ordena sentarse. Danniele prefiere mantenerse de pie. Pide a una de las sirvientas, bebida y comida para el invitado. Danniele, vuelve a inquirirle. Relax, Danniele, contesta el Jeque. Danniele, rechaza la invitación de la mujer que le ofrece una copa de vino. Quiero saber por qué estoy aquí, insiste Danniele. El Jeque, le informa que el pergamino encontrado en la tumba de Jesús, pertenece a su estirpe. Representa una reliquia que extraviaron a través del paso del tiempo. El Jeque, le pide que tome asiento, ya que tiene una información para él y debe estar relajado. Danniele, empieza a mostrar signos de nerviosismo. Los beduinos se ponen en guardia. El Jeque, le pregunta que es lo último que recuerda de su niñez. Danniele, confundido ante la inesperada pregunta, intenta acceder al recuerdo. Para su propia sorpresa, Danniele, responde que sólo recuerda el día en que despertó cuándo era un adolescente. Danniele revive el fatídico día. Chile. Valdivia. 22 de mayo de 1960. Danniele, se despierta en medio de escombros. Los gritos y llantos, retumban en los sordos oídos de Danniele. La calle de la derruida ciudad de Valdivia se muestra ante Danniele, en pleno caos. Una cantidad de personas caminan de un lado a otro sin rumbo. Presas de un frenesí propio de la confusión reinante. Danniele, se incorpora. Cae de bruces. Una Señora y un Señor, ambos de la misma edad, con la ropa sucia y rota, pasan cerca de Danniele. La Mujer, mira a Danniele echo un guiñapo. El Hombre la apremia. La Mujer le dice al hombre, que deben ayudarle. Solo es un chiquillo. El Hombre suspira, a la vez afirma con un gesto de la cabeza. La Mujer ayuda a Danniele a levantarse. Danniele, le agradece en hebreo. Pregunta confundido que hace allí y donde está. La Mujer sorprendida le contesta en el mismo idioma, que se encuentra en Valdivia, Chile. Danniele, mira el entorno sin entender lo sucedido. Días después, Danniele, junto a la Mujer y al Hombre abandonan Chile en un barco de carga. Desembarcan, en el puerto de Gaza. Fuiste raptado por el Ángel Exterminador cuándo tenías cuatro años. Estuviste bajo su yugo y dominio total durante doce años, concluye el Jeque. El Jeque pide que le traigan un libro muy parecido al de Edward y Victoria. Danniele al ver el libro siente en su cerebro un corto circuito. El reflejo del libro con la luz existente, entra por el globo ocular de Danniele. El rayo de luz invade la retina, recorriendo las terminaciones nerviosas y haciendo que Danniele evoque el momento del rapto. El Jeque continúa con la información. Edward y Victoria proceden del Imperio de Zehín, uno de los Dioses Vivientes que vivió en la tierra. Posteriormente después, Joshua, proporcionó información al Jerarca de la Comunidad que era Matusalén. El Ángel Exterminador, sesgó la vida de todos los que la formaban y dejó vivos a Edward y a Victoria por órdenes de la Diosa Multiversal, quién nadie sabe cómo es en sí misma. Nadie ha podido tener contacto con él o ella ya que sólo habla con otros Dioses. Hablaba con Jesús, y le comunicó que legará este pergamino para que se dejase testamento de lo que vendría en caso de que los seres humanos siguieran en su obsesión de evolucionar de forma errónea. Danniele, sigue el Jeque, si estás aquí es porqué debes permanecer ajeno a todo y permitir que los designios de la Diosa del Multiverso se dictaminen tal cómo dice la profecía. Los caminos de los Dioses son inescrutables y debemos mantenernos al margen. Debes permanecer conmigo hasta el momento del sacrificio. Debes morir con nosotros Danniele. Debes entenderlo. Danniele, concentrado en la escucha, permite que el Jeque continúe con la narración. El Ángel Exterminador, ha decidido acabar con la raza humana y tiene la aprobación de la Diosa Del Multiverso. El desequilibrio que presenta la raza humana, repercute en todo el Universo. Edward y Victoria, lo mantuvieron al margen en Abril de 1837. El Ángel Exterminador, hizo un pacto con una raza de seres gigantes que son los antecesores de las panteras en este mundo y tiene planeado acabar con la vida de Edward y Victoria. Danniele, expresa el deseo de salvar a sus padres. El Jeque le explica que no se lo permitirá, debido a que el debe morir con ellos. Danniele, se niega en rotundo ante la posibilidad de quedarse en ese lugar sin prestar ayuda a las personas que le dieron la vida sabiendo que van a morir. El Jeque le responde que todo está escrito en el libro que sostiene en sus manos. Edward y Victoria custodian a Jennifer, una niña que proviene de la estirpe del Imperio de Zehín, aunque sólo se necesita el gen que llevan los descendientes del Imperio Más Antiguo conocido en este mundo. La energía la deposita Joshua que es el discípulo encargado de la creación de este Universo. Danniele se interesa por leer el libro. El Jeque le impide tan siquiera estar cerca de las sagradas escrituras que han dejado los descendientes de Nabucodonosor. El Rey de Babilonia hizo cosas terribles, por los mandatos divinos de los Dioses. Mató, degolló, violó, raptó, destruyó, desmembró familias enteras para que dejasen de creer en la idea errónea de que sólo existía un Dios y que adorasen a los diversos Dioses existentes. No permitirá que el hijo de Edward y Victoria que insisten en evitar los designios de El Ángel Exterminador y de la Diosa Multiversal toque un libro sagrado. Con un gesto piden que se lleven el libro y lo mantengan reservado. Danniele, se apoya poco a poco en uno de los ostentosos sofás que amueblan la estancia. Siguiente Secuencia. XVI. Sur-Este de Inglaterra. Actualidad. De la casa de Edward y Victoria, sale Jennifer, vestida con un vestido blanco que le llega a los tobillos. Ríe feliz. Llama a Odín, el Golden Retrieve. Odín corre en dirección a Jennifer. Va dando saltos entorno a los pies de la chica. Quién descalza corre por la hermosa pradera verde, hacia un magnífico álamo. El sol cae en Jennifer. Le hace brillar el cuerpo y cabello, igual a una estrella en pleno apogeo de juventud. Jennifer ríe y ríe. Juega con el incansable perro. Las mariposas revolotean felices. Las flores, abiertas por la primavera, evocan la necesidad de la vida. Jennifer se tumba en la grama. Odín se le echa al lado mimoso. Klyew al volante de un Renault Clío estaciona en frente de la casa. Jennifer junto a Odín se encamina a recibirlo. Jennifer, le saluda efusiva a la vez que Odín no para de buscar cariños por parte de Klyew. Jennifer le comunica que va a avisar a Edward y a Victoria de su agradable visita. Klyew se excusa, debe salir esa misma tarde a trabajar, el destino es cercano pero no puede demorarse. Extrae del coche una caja de bombones y se la obsequia a Jennifer otorgándole un beso en la mejilla. Mis favoritos, exclama Jennifer, que le devuelve el beso con la misma efusividad. Klyew, se despide de Jennifer y se marcha, sonriéndole a medida que se aleja. Jennifer, con la caja de bombones en la mano, acaricia el perro. Observa las nubes en el cielo. Se mueven con la lentitud característica. Unos pequeños crepúsculos se forman poco a poco. Jennifer, con una sonrisa en los labios, observa el cambio paulatino de movimiento. Los crepúsculos, empiezan a diluirse despacio. Cubren el sol al mismo ritmo. La oscuridad se apodera de la pradera con mesura. Jennifer, se queda expectante. La sonrisa se le borra del rostro poco a poco, a medida que la pradera se oscurece. Odín, asustado, empieza a ladrar. Victoria, sale al porche. Pide a Jennifer, entrar de inmediato a la casa. Jennifer horrorizada obedece de prisa. Odín, excitado otea el horizonte. Ladra sin parar. Corre en busca del invitado. Jennifer y Victoria entran a la casa. En el acogedor y elegante recibidor, decorado con muebles antiguos, Victoria insta a Jennifer, ir a la habitación. Debe encerrarse y no salir de allí, escuche lo que escuche. Jennifer, empieza a sollozar en medio de lágrimas pregunta a Victoria que está pasando. Victoria la abraza. Debes ir a la habitación repite. Todo saldrá bien. Jennifer asiente confusa. Edward entra al recibidor con un frasco de cristal, lleno de un polvo blanco y brillante. El rosario, reposa en la otra mano. Ordena a Jennifer, hacer lo que pide su madre. Jennifer asiente. Corre a la habitación. Jennifer entra temblorosa en la habitación. Cierra la puerta con llave. Un terrible pitido y el sonido de unos pasos a galope, se escuchan nítidos. Jennifer se tapa los oídos con las manos. Empieza a mecerse sobre sí misma, en medio de entrecortados sollozos. Edward y Victoria, en el porche, observan al Ángel Exterminador. Se acerca a toda prisa a modo de jinete en una gigantesca Pantera Negra. Dos Panteras, una a cada lado del montador demoníaco, ratifican la compañía estremecedora. Llegan triunfales, a la entrada de la casa. Edward, sin esperarse a la extraña compañía del rival, abre el bote hecho un manojo de nervios. Victoria empieza una extraña oración. El Ángel Exterminador, con el cuerno en los labios, emite un pitido prolongado. Edward con el bote abierto, coloca un poco del polvo en la palma de la mano y lo lanza al aire. La Pantera central, bufa las moléculas. Enfurecida le ruge a pocos centímetros del rostro. Deja a la vista los feroces y largos colmillos. En la habitación, Jennifer, llora a gritos. Una de las Panteras, ataca feroz a Edward en el cuello. Victoria, en una mezcla de sufrimiento y desesperación, observa al marido que le amó durante tres milenios y emite su nombre por última vez. La tercera pantera se abalanza sobre Victoria atravesando el cuello y partiendolo en dos cómo si se tratase de una muñeca. Jennifer, solloza entrecortada, escucha los terribles rugidos, los gritos de Edward y Victoria y el pitido triunfal. Camina poseída a la puerta de la habitación. La abre despacio. La terrible sinfonía de ruidos cesa de golpe. Camina lento a las escaleras. Baja con lentitud. A la vez que baja escalón a escalón se aferra al pasamano. Camina sin dejar de temblar, por el salón decorado igual de antiguo que el resto de la casa. Se acerca a la puerta del umbral. La abre temblorosa. La escena terrorífica, se muestra ante ella. Edward y Victoria, yacen en un mar de sangre. Las Panteras comen de los cuellos sangrantes. El Ángel Exterminador, aún encima de la Pantera central, mira con júbilo a Jennifer. Le ofrece su más diabólica sonrisa. Jennifer le observa con horror. El Ángel Exterminador, baja de un salto de la montura. Se acerca al porche. Observa el símbolo, cambia el sentido de las letras. Forma las tres jotas entrelazadas. Jennifer, totalmente asombrada y confusa entra en la casa y se encierra en ella. El Ángel Exterminador, arranca la puerta con un ademán. Coloca un pie en el suelo del porche, mientras que Jennifer sube corriendo por las escaleras. El Ángel Exterminador se adentra en la casa. Jennifer ven conmigo. Tú eres una de nosotros. Emerge cómo orden y mandato celestial de los terribles labios del Ángel Exterminador. Jennifer, logra llegar a su habitación, llama a los servicios de urgencias en busca de auxilio. La operadora, le atiende, diciéndole que enseguida enviarán una patrulla. El Ángel Exterminador, sube las escaleras. Vuela la puerta de la habitación de Jennifer. Se abalanza hacia ella, la toma por la cintura. Jennifer intenta zafarse, sin conseguirlo. Él Ángel Exterminador, la lleva al salón, la sienta en el sofá cheslong. Jennifer intenta levantarse, El Ángel Exterminador la mantiene sentada con un gesto. Jennifer, le resulta imposible moverse. Paralizada por la fuerza que ejerce El Ángel Exterminador sobre ella, se limita a mirarle. Jennifer, debes cumplir con tu designio. Debes morir por los humanos le manifiesta Él Ángel Exterminador. La pared norte, de la torre cae derribada. El Ángel Exterminador se alza sobre sus alas. Las Panteras entran en la estancia. El Ángel Exterminador ordena a las Panteras sacar a Jennifer de allí. Una de ellas se acerca a Jennifer y con un gesto la sube a sus lomos. Jennifer confusa se aferra a la montura y sale acompañada en medio de una carrera infernal. El Ángel Oscuro, se abre paso entre de los escombros causados por su propia mano. El Ángel Exterminador le dice sarcástico que Edward y Victoria han fallecido, ya no hay nadie más a quién salvar. Jennifer será trasladada a un lugar seguro hasta que se ejecute el sacrificio. El Ángel Oscuro, emite una voz de ultratumba, las palabras emergen de las cuerdas vocales cómo una sinfonía eléctrica, en medio de una especie de suspiro surge: Algunos merecen otra oportunidad. El Ángel Exterminador, revela que la posibilidad de hacerles cambiar resulta imposible. Corre un grave peligro el Universo, no deben seguir poblando la tierra. No era para ellos, no pertenecía a la raza de los 5HMB. Pertenecían a la raza de los humanos creados por los Dioses provenientes del sistema solar K. La que ha sido exterminada por la gran confusión en la que han vivido los humanos durante milenios. No perteneces a este Universo, permite que mi decisión se ejecute. No lo permitiré, responde El Ángel Oscuro. Fuera de la casa, Jennifer, en la Pantera se encuentra con los servicios de urgencias que han acudido raudo a la llamada. La patrulla que acompaña a la ambulancia, estaciona e intenta detener a las Panteras. El Ángel Exterminador, percibe el peligro reinante e intenta excluir al Ángel Oscuro. El poder del Ángel Oscuro se equipara con la fuerza sobrenatural del Ángel Exterminador. El Ángel Exterminador le transmite a las Panteras que dejen a Jennifer y se pongan a salvo. Las Panteras, obedecen al Ángel Exterminador permitiendo que Jennifer abandone la cabalgadura. Las Panteras, arremeten contra la especie que les arrebató su fuerza. Acaban con la vida de todos. Jennifer intenta ponerse a salvo internándose en el bosque circundante. El Ángel Exterminador, se abalanza con todo su poder sobre el Ángel Oscuro. No permitiré que me impidas hacer mi voluntad, le expresa a la vez que le convierte en parte de la piedra que se encuentra esparcida por todo el suelo. El Ángel Exterminador sale fuera de la casa. Observa a las Panteras que le esperan, bañadas en sangre. El Ángel Exterminador, sube a una de ellas, se encamina en busca de Jennifer. Jennifer es interceptada por una patrulla de refuerzo a la llamada anterior. Jennifer explica lo sucedido, el policía le mira incrédulo. La lleva al coche y hace que suba. Jennifer, intenta decirle lo que acaba de vivir al agente. El policía sigue sin creer la historia fantástica de Jennifer. Le pide que se mantenga sentada y no salga del vehículo. Desenfunda el arma y se dirige hacia el camino que conduce a la casa. Jennifer, expectante, mira a través de la ventanilla. La cabeza del policía cae en el cristal. La Pantera con El Ángel Exterminador a sus lomos se abre camino en medio del bosque. Jennifer le inquiere que quiere de ella. El Ángel Exterminador, le expresa que sólo llevarla a un sitio seguro. Jennifer, le pide que la deje en paz. Empieza a gritar que es una pesadilla, no puede creer lo que acaba de vivir. El Ángel Exterminador, abre la puerta del coche y la extrae. Las copas de los árboles se agitan. Cada álamo cae uno a uno, en efecto dominó. El cielo se abre, un remolino emerge de él. El Ángel Exterminador, observa a los elementos y deposita con suavidad a Jennifer en el suelo. Abre las alas y se eleva. Desaparece con el torbellino. Las Panteras, la observan. Se adentran en el bosque. Jennifer, atónita, se queda de pie. Odín aparece y se acerca a ella. Jennifer, se lleva consigo a Odín hasta la casa. Hace una llamada. Klyew, contesta al móvil. La voz de Jennifer se escucha entrecortada y nerviosa. Klyew, apenas entiende lo que le dice. Le pide tranquilidad y le dice que se dirige enseguida hacia allí. Klyew le sugiere que llame a los servicios de urgencias nuevamente. Jennifer, cuelga la llamada insistiendo en que se de prisa. En la autopista Klyew da un giro al volante y se encamina veloz hacia la casa de Jennifer. Jennifer, se queda observando la casa que se encuentra en un estado deplorable. Se acerca al suelo y toca el metal del compuesto del Ángel Oscuro. La electricidad aún palpable en el ambiente, se adhiere a los dedos de Jennifer. Una nueva comitiva de ambulancia y policías llegan en un estrépito. Estacionan en frente de la casa. Jennifer, sale al porche de la casa. Odín le acompaña. Jennifer, agotada y en estado de shock, se desvanece en los brazos de un enfermero, que baja en ese instante de la ambulancia y corre hacia ella. Siguiente Secuencia. XIIV. Elizabeth y Samuel, en el despacho del Doctor, del Psiquiátrico La Vida Es Bella, piden ver a Jennifer. El Doctor, Jim, un joven maduro, bastante atractivo, con mucha suavidad, le comenta a los parientes de la chica, que se encuentra sedada y debe descansar. Los sucesos que ha narrado, son extremadamente ilusorios y cree que está distorsionando la realidad. La conversación es interrumpida por la llamada de la enfermera de turno. Jim, pide un momento y hace pasar a la enfermera, que viene acompañada por Klyew. Elizabeth y Samuel, prestan atención a Klyew. Samuel se presenta y presenta a su esposa Elizabeth. Klyew, atiende a las presentaciones y sin perder un segundo, pregunta de inmediato por el estado de Jennifer. Samuel, le dice que está descansando y se interesa por conocer su procedencia. Elizabeth, observa detenidamente a Klyew. De inmediato Elizabeth repara que Klyew, ha sido el elegido para rescatar a Jennifer niña. Klyew, explica breve el terrible accidente vial. Samuel y Elizabeth, muestran sorpresa comedida. Le agradecen su visita y su preocupación por Jennifer durante estos años, pero ahora ya está a salvo junto a ellos. Klyew, explica que para él, ha sido un placer, seguir el estado físico de Jennifer, y que no piensa dejarla después de lo ocurrido. Samuel, insiste en que el se encargará del sepelio de Edward y Victoria y de cuidar a Jennifer. Klyew, percibe peligro por parte de los flamantes parientes de Jennifer. Jim, al igual que Klyew, percibe una mezcla de irritabilidad y amenaza por parte de Elizabeth que muestra un rictus áspero. Samuel, ofrece la misma cara. Jim entra en la conversación, notifica que es posible ver a Jennifer. Pide a la enfermera que acompañe a Klyew a la habitación de la paciente. Jim le hace un gesto a Klyew de simpatía. Klyew, contrariado y preocupado, acompaña a la enfermera. Una vez a solas Jim, pide a Elizabeth y a Samuel, que firmen unos formularios. Elizabeth, se dispone a leer los impresos. Samuel, le pide a Jim, que le proporcione el alta de Jennifer. Ellos pueden darle a la niña los cuidados que necesitan. Jim, les observa y asiente. Klyew, desde el cristal, observa a Jennifer mientras reposa en la camilla. Toma el crucifijo que lleva al cuello y emite en un susurro una pequeña oración. Por el pasillo se acerca Gizas, camuflado de mantenimiento. Al acercarse a Klyew, le roza unos milímetros, en el momento en que Klyew, se lleva el crucifijo a los labios. Con el gesto, hace que Klyew, se le desprenda el crucifijo y cae con lentitud extrema en el suelo. Rebota seis veces. A la sexta vez, Gizas, lo coge al vuelo. Observa el crucifijo, sonríe. Se lo devuelve a Klyew, quién se queda absorto en los verdes ojos de Gizas. El rostro de Jennifer, se sobrepone al de Gizas, haciendo un efecto visual que produce un ligero mareo en Klyew. Gizas, le sujeta del brazo. Tranquilo Klyew, ya estás aquí. No me he olvidado de ti. Las palabras salen de los labios de Gizas y se introducen en el conducto auditivo de Klyew. Retumban en su cerebro al igual que los martillazos que recibió hace más de dos milenios. Klyew, rememora el momento de la crucifixión. Las palabras, acuérdate de mi cuándo estés reinando en este Universo, emergen nuevamente de la boca de Klyew. Gizas, ha desaparecido. Klyew, observa el crucifijo. Examina a Jennifer, y se dirige al despacho de Jim. Jennifer abre los ojos. La imagen del Ángel Exterminador, se disipa ante ella. Elizabeth y Samuel, entran en la habitación. Traen ropa para Jennifer. Samuel, saluda a Jennifer y se marcha en busca del coche, no quiere permanecer un segundo más ahí. Elizabeth, se queda a solas con Jennifer. Jennifer preguntan quiénes son. Elizabeth, la abraza efusivamente y le otorga un beso en la mejilla. Somos familia de Edward y Victoria, miente Elizabeth. Hemos venido a por ti, estarás bajo nuestra custodia. Jennifer, pone en duda la información, Edward y Victoria jamás le hablaron sobre ellos. Elizabeth, le responde que al ser familia lejana no tenían mucho contacto, pero ellos sabían de su existencia. Elizabeth, se la queda mirando y entre tajante y cariñosa le ordena vestirse, a la vez que le apremia para que se apresure, Jim, el Doctor, pretende internarla, y seguramente a Jennifer no le apetece estar un día más en ese lugar. Jennifer, acata la orden un tanto desconcertada. En el despacho de Jim, Klyew, sentado en la silla ante el escritorio de Jim, quiere saber todos los detalles de lo ocurrido. Jim le relata los hechos acontecidos o al menos los que explica Jennifer. Klyew, piensa que la forma en que encontró a Jennifer, puede tener conexión con los acontecimientos en la casa de Edward y Victoria. Jim le muestra, el informe que proporcionó el Jefe de Policía, expone que al parecer se trata de una banda de maleantes. Describe al líder cómo a un Ángel. Se interesa por la figura del Ángel Exterminador. Le habla acerca de la conducta de Jennifer cuándo era una niña. Tenía irrupciones en la personalidad, siendo tranquila y afable, y otras veces impartiendo la justicia que ella creía necesaria. Además estaban los dibujos. Jim, se interesa por las representaciones. Klyew explica las ilustraciones. Jim, cree que padece un trastorno en el psiqui, relacionado con la muerte de los padres. Klyew, niega. Jennifer siempre ha sido una joven muy equilibrada. A raíz de la adopción, dejó de comportarse de forma irracional. Jim, desconoce que Jennifer ha sido adoptada por Edward y Victoria. Klyew, le comunica que era la segunda adopción. Jennifer la hallaron en medio de la sabana, junto a una leona y se cree que la leona le cuidó durante la noche. A medida que escucha el relato por parte de Klyew, Jim, cree que debe ser una especie de venganza a la que Jennifer es ajena. Es posible, que la niña pertenezca a una familia poderosa y sea perseguida por la banda enemiga o en su defecto por otra familia. Elizabeth y Samuel, son los parientes más cercanos que tiene Jennifer según los informes que han aportado. Se presentaron cómo familiares cercanos a Edward y a Victoria. Klyew, decide ir a la Comisaría para buscar información detallada. Antes pasará por la antigua casa de Jennifer. Jim, se ofrece a acompañarle ya que él ha padecido una historia similar. Los padres de Jim pertenecían a la C.I.A. y la familia sufrió exterminio por parte de unos tratantes de armas de fuego. A raíz de allí decide poner, agua y tierra de por medio en un intento de olvidar lo ocurrido. Klyew prefiere trabajar solo. Fuera en la calle, Samuel, Elizabeth y Jennifer, se marchan en el coche. Jennifer, a través de la ventanilla observa los ventanales del despacho de Jim. El cielo, se cierne sobre sí mismo y las nubes se agrupan. Samuel, acelera. Jennifer se gira y comprueba cómo el granizo empieza a caer. En el despacho de Jim, el cristal empieza a recibir, el granizo con intensidad. Los golpes taladran los tímpanos de Klyew. Producen la misma reacción que siente, junto a Gizas. La imagen se vuelve más nítida, Klyew, revive el suceso de la crucifixión y reconoce la energía de Jim. Klyew, observa a Jim. Se mantiene en silencio y acepta que Jim le acompañe. Siguiente Secuencia. L. Londres. La urbanización extremadamente lujosa y decorada con un bosque circundante, representa la imagen de lo vistoso y verde de los árboles que podados a la perfección, forman una hilera en la calle dónde se encuentra la mansión de Elizabeth y Samuel. En la circunvalación de la calle, ubicada en el semi giro, un enorme caserón con una cúpula en el centro de igual magnitud, se muestra enigmático, ante Jennifer. Entorno a la cúpula se entrevé en medio de una capa marrón, unos colores que evocan a un vitral. Jennifer, siente un escalofrío al pasar delante del caserón. La verja de entrada a la mansión de Samuel y Elizabeth se abre. Samuel accede a la casa. Gizas les espera en el jardín. Jerusalém Talpiot. Actualidad. Danniele, con el libro sagrado del Jeque, corre por un estrecho y largo pasillo de mármol. Las voces de los beduinos, se escuchan nítidas. Danniele, llega al final del pasillo sin salida. Empuja uno de los “bloques”. La pared cede. Danniele, entra por la puerta secreta. La habitación, ostentosa, decorada con excesivas piedras preciosas, denota pertenecer a uno de los integrantes de la familia real. Danniele, sin perder un segundo, bordea la cama. Empuja otro bloque. Una nueva entrada se abre. Los gritos de los beduinos, apremia a Danniele. Danniele, corre por el nuevo pasillo. La pared frontal se abre por un sensor de movimiento. Danniele, atraviesa la mágica entrada. El vistoso jardín, se muestra ante Danniele. El servicio realizan las labores matutinas. Danniele camufla el libro. Atraviesa con recelo el extenso oasis. Se adentra a las instalaciones culinarias. Los Beduinos desafiantes, hacen aparición. Inquieren al servicio si han visto a Danniele. Le indican con señas en dirección a la cocina. Los Beduinos, corren a los aposentos indicados. Danniele, cruza la extensa cocina. Los Beduinos, llegan y gritan a los cocineros parar al fugitivo. Danniele, corre en medio de los Cocineros. Vuelca una olla de agua hirviendo. Unos cuantos Cocineros, se queman con el líquido. Gritan e intentan en vano coger al prófugo. Danniele, en medio de gritos y confusión, logra salir por la puerta trasera. El patio, plagado con diversos Jeep, invita a Danniele subir al primero de la fila aparcado. Se monta en el Jeep. Los Beduinos, salen al encuentro de Danniele. El Conductor del Jeep, confuso mira a Danniele. El Jefe Beduino, hace una seña con el sable en dirección al fugitivo. Danniele, empuja al Conductor fuera del Jeep. Arranca de prisa. Pisa el acelerador a fondo. Coloca el volante en dirección al grupo de Beduinos. Acelera al máximo. Los Beduinos, se apartan en el último momento. Sale del patio, derribando, diversos objetos y la enorme puerta de madera. Londres. En la amplia cocina de la mansión de Samuel y Elizabeth, con todos los invitados en la mesa de mármol cómo una continuación, de la encimera-cocina americana, se disponen a ingerir los alimentos que reposan encima. Jennifer, come de la ensalada que se encuentra delante de ella. Samuel, le pregunta si necesita que le esclarezca las dudas que puede tener. Jennifer, empieza a hablar del Ángel Exterminador. De la fuerza sobrenatural y la forma en que mató a sus padres. Luego las gigantes panteras que intentaron ponerla a salvo. Samuel y Elizabeth, la observan. Jennifer, debes descansar. De esta manera pondrás tus ideas en orden. Comenta Elizabeth, seria y fría. Jennifer, sigue con la conversación individual. Habla de cómo se deshizo del Ángel que destruyó la casa. Y de la forma dantesca de matar al policía. El torbellino de los elementos y el vuelo hacia la noche absoluta. Pregunta a Samuel si puede volver a la casa. Además le gustaría poder asistir al sepelio. Debe llamar a Klyew. Klyew, pronuncia el nombre, lentamente Elizabeth. Al sepelio irás pero debes olvidarte de Klyew. Determina Elizabeth de forma contundente. Jennifer, le mira fijamente, y le responde irritada, que no les conoce y no pueden entrar en su vida dando órdenes. Ni siquiera les había visto, antes, Edward y Victoria solían contarle absolutamente todo, y nunca escuchó hablar de ellos. Si en alguien debe confiar ese es Klyew. Él se encargó de ella, cuándo sus padres murieron en el accidente vial. Iba a verla al orfanato y nunca perdió el contacto. Quiero ver a Klyew, dictamina, cogiendo con fuerza el cuchillo de sierra. Echa una mirada fría a Samuel y Elizabeth. Gizas, aparece en la cocina. Sonriente le comenta a Jennifer que los aposentos están perfectamente ordenados para que se aloje la preciosa dama. Le quita el cuchillo con suavidad. Jennifer, se relaja y sonríe. Gira la mirada a Samuel y a Elizabeth. Quiero llamar a Klyew expresa seria. Le llamarás luego de que descanses, le dice Gizas. No, responde Jennifer. Quiero hacerlo ahora. Se levanta decidida y se va a por el teléfono móvil de Samuel. Decidida y ante la mirada de Samuel, Elizabeth y Gizas, marca los números uno a uno. El tono de llamada se escucha, penetra por los oídos de Jennifer. Tú eres una de Nosotros, Jennifer. Empezando la frase de forma pausada y exclamando el nombre de Jennifer cómo si la voz viniese del más profundo de los infiernos. Jennifer, sorprendida, se le cae el teléfono. Observa a Samuel, a Elizabeth y a Gizas. Les informa que acaba de escuchar el Ángel Exterminador. Los ladridos de Odín, se escuchan nítidos. Jennifer se queda alerta. Se encamina en dirección al patio. Gizas, intenta tranquilizarla diciéndole que Odín está perfectamente atendido y no debe preocuparse. Jennifer, mira a Gizas. El rostro de Gizas expresa amabilidad y ternura. No le hará daño a Odín, responde a Gizas. Debo ver al Ángel. Decidida se encamina a la puerta. Odín entra por la portezuela, ladrando sin parar. Jennifer le acaricia, e intenta calmarle. Odín se escapa nuevamente por la portezuela. Gizas toma a Jennifer por el brazo. Jennifer, acompáñame arriba. Te enseñaré la habitación. Jennifer se resiste. Debe salir al patio. Samuel se levanta de la silla con parsimonia y lacónico. Toma a Jennifer por ambos brazos y le aplica la llave del sueño. Llévala arriba, ordena Samuel. Gizas, la toma en brazos. Observa el rostro de Jennifer. Sonríe. Se encamina hacia la habitación. Siguiente Secuencia. XX. En el invernadero, Elizabeth, vestida de blanco, poda las distintas especies de plantas y flores que crecen y galardonan la estancia, dejando ver, las trinitarias de color rojo sangre. Elizabeth, se dirige a las trinitarias. Las observa y corta con la tijera de jardín, las hojas muertas. Manifiesta lo difícil que resulta sembrarlas en esa parte del mundo. El frío extremo no permite su reproducción, sólo puede surgir en invernaderos o sitios especializados que se dediquen a la flora exótica. El Ángel Exterminador, emerge tras las trinitarias. Elizabeth le sonríe, con las tijeras sujeta de forma amenazante. Elizabeth, continúa explicando cómo se reproducen las trinitarias. Al principio las plantas se reproducían de forma natural, gracias al viento. Para las plantas está forma de reproducirse les producía un exceso de polen lo que hacían que los campos crecieran sin control. La evolución permitió que tiempo después los insectos o pájaros cómo el colibrí, fuesen los encargados de transportar el polen de una planta a otra. El Ángel Exterminador, paseando por el recinto, rodea la mesa, colocándose ante Elizabeth. Elizabeth, reanuda su conversación. Las trinitarias, son las flores más bellas que existen en el mundo. No me importa dedicarles el cuidado que necesitan, deben continuar con su evolución. El Ángel Exterminador, le informa que Danniele ha huido cómo cuál rata que es, de la comodidad que le ofrecía el buen Jeque que es su fiel servidor. Elizabeth, asiente. Prosigue con la ornamentación. El Ángel Exterminador, se marcha llevándose consigo una trinitaria. La luz, inunda la visión. Las voces abstractas, se funde con un pitido intermitente. La silueta del Ángel Exterminador, aparece poco a poco. La imagen parpadea a modo de señal discontinua. El Ángel Exterminador, emite en un susurro prolongado: No sufras por ellos Jennifer. Tú eres una de nosotros. Jennifer, observa al Ángel Exterminador, de pie ante ella en la espaciosa habitación. Tras El Ángel Exterminador, una enorme biblioteca bordea la pared. Lleva la trinitaria en la mano. Acercándose a ella se la obsequia. El Ángel Exterminador, se disipa ante ella. Jennifer, se levanta de la cama. Se dirige a la biblioteca. La biblia, en medio de los libros resalta entre ellos. Jennifer, se dirige directamente al Apocalipsis. Desecha el libro después de leer las primeras palabras. Coloca la trinitaria en el espacio vacío que deja la biblia. Siguiente Secuencia. XXX. El Ángel Exterminador, vuelca el coche de Klyew. Cómo a un muñeco le saca del vehículo. Klyew, imposibilitado de movimiento, se observa a sí mismo a unos cuántos metros por encima del suelo. Jim, en el coche volcado, intenta salir. El Ángel Exterminador lo mantiene en el asiento. Hace que sus extremidades se extiendan, evocando la figura crucificada. Jim, intenta zafarse sin resultado. El Ángel Exterminador, le comunica que sigue siendo un cobarde, igual que cuándo desafió a Jesús, el Dios Viviente de aquella época. ¿Acaso no te acuerdas? Jim, atónito, observa al Ángel Exterminador ante él. El Ángel Exterminador, le enseña el momento de la crucifixión. Jim se observa a la derecha de Jesús. Los estigmas aparecen en las muñecas de Jim. La sangre empieza a fluir, de prisa e inunda parte de vehículo. Jim, siente y revive el dolor que recorre por sus venas. Haciendo que el torrente sanguíneo se aprecie a simple vista. El Ángel Exterminador, cesa del sufrimiento de Klyew y de Jim. Klyew cae en el suelo, apoyado en una rodilla. Pertenecéis a la estirpe de Nabucodonosor. Os habéis equivocado de bando. Id a casa de Elizabeth y Samuel y olvidaos de Edward y Victoria. Si desobedecen mis órdenes os mataré. Klyew, en un hilo de voz responde que está protegido por Jesús. El Ángel Exterminador, sonríe. La hilera de colmillos afilados produce en Jim y Klyew, escalofríos. Jesús me pertenece, emerge de sus labios, alza las alas y se mezcla con la atmósfera. Klyew y Jim, observan cómo se marcha El Ángel Exterminador. Siguiente Secuencia. XKL. Danniele, en el camarote del Quenn Elizabeth, con el libro sagrado abierto ante él, lee la profecía completa del pergamino hallado en la tumba de Jesús. “Y entonces Joshua , enviará al segundo hijo. Aquél, capaz de entregar su vida por la muerte de los seres humanos. Aquél que traerá la paz a los demás seres vivos que habitan la tierra. Aquél que traerá el equilibrio en el universo. Le conocerán como “El Anticristo”, aquél que hará lo contrario a Jesucristo. Vendrá rodeado de oscuridad, porque traerá la claridad a la vida”. Danniele, sigue la lectura poseído. “Se le reconocerá por la marca de tres jotas en el cuello, las cuales significan: Joshua, Padre de Jesús y Jennifer, dos seres creados a imagen y semejanza. Habrá un tercer y último ser creado por el Creador, dotado del libre albedrío, quien se hará llamar “El Ángel Exterminador”. Poder de decisión y ejecución a toda aquella raza que presente un desequilibrio en el universo”. Un pitido largo y prolongado inunda el camarote. Danniele se sobresalta. El sonido, anuncia la llegada al puerto de Southampton. Danniele, cierra el libro de golpe. Lo esconde, en un bolso de piel. Danniele baja del barco. Samsara, le espera en el puerto. Hace señas al colega. El paso del tiempo muestra en Samsara, arrugas propias de la vejez. Danniele, camina deprisa en dirección a Samsara por el muelle. Le abraza con cariño. Samsara divertido, comenta a Danniele: los años se portan bien contigo. Danniele, sonríe sin convencimiento. En el café Ynny Yen, del centro de Southampton, Danniele y Samsara ocupan una mesa. Danniele le muestra el libro a Samsara, hace un gesto de negación. Se interesa por el libro. Mira a Danniele por encima de las gafas de montura al aire. Nunca debimos meter las narices en la tumba de Jesús, Danniele. Samsara observa la cubierta del libro. Dibuja las letras de la solapa con la yema de los dedos. Danniele, le hace un resumen de lo que contiene el libro. Sobre el peligro de extinción por parte del Ángel Exterminador y Jennifer el segundo primogénito de Joshua. Samsara le inquiere que no tiene mucho sentido lo del segundo primogénito. Es una contradicción en sí mismo. Danniele, cree que existe un mensaje oculto en esa frase y no ha podido descifrarlo aún. Me gustaría que gracias a tus conocimientos formaras parte de la interpretación que llevaré a cabo. He pensado en dirigirme a la comisaría en busca de datos que me indiquen dónde puedo encontrar a Jennifer. Al parecer nació en 1988, en África, la encontraron abandonada en la sabana de Namibia. Se desconocen quienes son los padres genéticos. La profecía dice que nacerá a partir de la oscuridad. Danniele, le muestra el pergamino. Samsara lee la profecía. Observa a Danniele, considera que deben empezar por encontrar a la chica. Según mi investigación a lo largo de los años en el Palacio del Jeque, dónde se me ofreció una estadía llena de comodidad, lo dice en una mezcla de amenidad y sarcasmo, Jennifer, estuvo en un orfanato, después de que los padres adoptivos en Namibia, resultaran fallecidos por un accidente cerca de Londres. Samsara, por un momento se siente escéptico. Ha descubierto unas cuántas profecías y cree que podría no corresponderse al tiempo en el que viven. No lo sé Samsara, entonces ¿Por qué estuve tanto tiempo detenido? Samsara, medita y accede empezar por Comisaría. Pagan la cuenta y se dirigen en busca de un taxi. Siguiente Secuencia. KY. Jennifer ante el desayuno, observa a Gizas, Elizabeth y a Samuel, charlando animadamente del espléndido día y de que deberían salir a pasear. Gizas, se anima. Inquiere a Jennifer si le gusta navegar. Jennifer asiente, de pequeña solía ir con Edward y Victoria a la Casa del Lago. Gizas le dice que será un paseo inolvidable. Jennifer, les inquiere por el sepelio de Edward y Victoria. Samuel le explica que los cuerpos ya han sido incinerados. Jennifer, extrañada le recrimina por qué no se le anunció, y cómo ha podido realizarse en tan poco tiempo. Samuel le explica, con la mirada clavada en la de Jennifer, que resultó necesario debido a la desfiguración que presentaba los cadáveres. Jennifer, sorprendida, exige entonces regresar a la casa de Edward y Victoria. Samuel le comenta que no es bueno para su salud mental, volver al lugar dónde se masacró, no sólo a sus padres, si no también a toda esa gente. No regresarás a la casa. Determina Samuel. Jennifer se enfurece. Se levanta de la mesa. Gizas la toma del brazo. Jennifer le mira y le pide que la suelte. Gizas la deja ir. Jennifer les echa una mirada inquietante. Se encamina hacia la casa. Samuel pide a Gizas, que la acompañe. Gizas, con el rictus sombrío, la alcanza. Jennifer permite que le rodee con el brazo. Gizas le sonríe. Fuera de la Comisaría, Danniele y Samsara se dirigen por los escalones hacia la entrada. Se cruzan con Klyew y Jim, que salen de la comisaría. Danniele y Klyew se rozan. Danniele advierte la estirpe de Klyew y Klyew a su vez advierte la de Danniele. Un corto circuito se produce en la mente de cada uno. Ambos se miran consternados. Danniele, le pregunta si se conocen. Klyew le mira un instante. Eres el hijo de Edward y Victoria. Soy Klyew, conocía muy bien a tus padres. Han fallecido la noche anterior, siempre creyeron que habías muerto en manos del Ángel Exterminador. Danniele mira a Samsara. ¿El Ángel Exterminador? Pregunta a Klyew. El Ángel Exterminador responde Klyew. Nos ha ordenado ir a la casa de Elizabeth y Samuel. ¿Quiénes son Elizabeth y Samuel? Pregunta Danniele. Los que han sacado a Jennifer del psiquiátrico. Elizabeth y Samuel, dice Danniele. Descendientes de Nabucodonosor. Sé quienes son. Jennifer corre peligro, van a sacrificarla para que así todos los humanos mueran y liberen a la tierra del exterminio a la que se desencadena. Debemos buscar un lugar seguro y realizar un plan de acción para extraer a Jennifer de allí. Las nubes se ciernen sobre sí mismas, el viento empieza a soplar enfurecido, los transeúntes se desconciertan. Las hojas de los árboles se levantan con el aire que se arremolina entorno a Danniele, Klyew, Samsara y Jim. El Ángel Exterminador, soberbio y majestuoso desciende del cielo en su magnificencia. Señala a Klyew y a Jim. Os ordené ir a casa de Elizabeth y Samuel. Las Panteras se abren paso furiosas entre las personas. Las Panteras se acercan a Danniele, olisqueando el olor que emana. Las partículas de las hormonas de Danniele invaden las fosas nasales de las Panteras. Rugen coléricas. Emiten un bufido que asemeja a una acusación. Los transeúntes corren despavoridos. Danniele se mantiene alerta. Las Panteras, amenazan la vida de los cuatro hombres, bufando y rugiendo. El Ángel Exterminador, mantiene a las Panteras con un gesto. Las Panteras, se mantienen en posición de ataque. Danniele, Danniele, repite el nombre varias veces el Ángel Exterminador, ¿Aún no sabes cuál es tu propósito en todo esto?. Acabar contigo, responde Danniele. No existe un ser en el Multiverso que pueda acabar con mi existencia. Poseo la aprobación de La Diosa Del Multiverso. En mis manos tengo al ser que se encargará de que vuestra muerte sea placentera. De no ser por Jennifer, tendríais una muerte salvaje y feroz. Debes saber tu propósito. El Ángel Exterminador abre una brecha en el plano dónde se encuentra la casa de Edward y Victoria. Lo envía a la casa. La brecha se cierra. Samsara, Klyew y Jim, se quedan a la expectativa. El Ángel exterminador emite un sonido de ultratumba, áspero y ronco hace que el espacio tiempo se repliegue sobre si mismo y muestre ante Samsara, Klyew y Jim, la imagen de lo que pasará si el Segundo Primogénito no es sacrificado. El Ángel Exterminador, encima de una de las Panteras, cabalgando en medio de la multitud extermina todo a su paso. Emite un sonido ultrasonico con el cuerno de la muerte. Los animales acuden al llamado, destrozando a los seres humanos que gritan y piden piedad alzando las manos al cielo. El Ángel Exterminador, disipa la imagen. Samsara, Klyew y Jim, preguntan que pueden hacer. Lo que os ordeno, id a la casa de Elizabeth y Samuel. Y Samsara, dirigiéndose al Ángel Exterminador le inquiere: ¿Por qué yo? ¿Acaso es por entrometerme en la tumba de Jesús?. No, afirma el Ángel Exterminador, ha sido por tu fidelidad Santiago. Gizas tiene algo para ti. Samsara, se sorprende por cómo le ha llamado. El Ángel Exterminador, les insta en ir de inmediato a la casa de Elizabeth y Samuel. No hay tiempo que perder. El Ángel Exterminador, mira a las Panteras, quienes se retiran con lentitud del lugar. El Ángel despliega sus alas y se lanza hacia el espacio sideral. Siguiente Secuencia. KY. Gizas y Jennifer, salen en el ostentoso coche de Gizas, de la casa de Elizabeth y Samuel. Gizas al volante conduce por la calle. Se acercan sin prisa y sin mesura a la circunvalación. Al pasar por la casa de la esquina, Jennifer gira el rostro. Observa el jardín un tanto deteriorado. La puerta se abre de repente en medio de un torbellino. Jennifer se queda absorta en la imagen. El torbellino revolotea furioso por el jardín. Entra en la casa con la misma velocidad. La puerta se cierra de golpe tras el torbellino. Jennifer, se queda absorta. El sonido del claxon al unísono, le saca de la imagen. Gizas, esquiva al coche que se acerca veloz por el otro lado. Dentro del coche se encuentran Samsara, Klyew y Jim. El espacio tiempo entre el coche de Gizas y el de Klyew se ralentiza. Gizas, Jennifer, Klyew, Samsara y Jim se observan. Gizas saluda a Klyew. Quién sorprendido, gira el volante y acaba aparcando ante la casa de Elizabeth y Samuel. Gizas, acelera. En el salón de la casa de Edward y Victoria, Danniele revisa el entorno. Observa el metal fundido en el suelo de la casa. Danniele revisa cuidadosamente el material conseguido. El sobresaliente de un objeto hace que Danniele, lo extraiga. Conforman un conjunto de objetos que se desmaterializan y se unen a placer. El objeto se repliega y se forma una especie de tablilla. Las letras se dibujan en ella. Danniele, lee el testamento. Explica el origen de el imperio de Zehín. Danniele busca en el libro sagrado, un pasaje dónde se cita a Zehín. Danniele, lee las palabras que hablan sobre Matusalén y su estirpe. Edward y Victoria, aparecen en el libro. Danniele, guarda el objeto y sigue el escrutinio por la casa. Se encamina por la escalera, observando con detalle la decoración. Revisa las habitaciones. Encuentra la biblioteca. Se interesa por los libros. Uno de ellos, sobresale entre otros. Danniele percibe el parecido del libro con el que lleva. Lo extrae de la hilera de libros. Examina el libro. Observa la cerradura en forma de tres jotas entrelazadas. Busca con la mirada. El objeto vibra en el bolsillo de Danniele. Lo retira y lo observa. Cómo si fuese una brújula, detecta la llave que se encuentra sujeta en la pared frontal. Danniele se acerca y se hace con la llave. Observa las jotas entrelazadas que al unirse al libro permite la lectura del contenido. Danniele, abre el libro. Se queda absorto en el interior de las escrituras. Las letras del libro, se reflejan en los ojos de Danniele. Entran a través del globo ocular. Recorren las terminaciones nerviosas. Desembocan en una neurona. La neurona se ilumina. Emite una corriente eléctrica. La electricidad recorre cada una de las neuronas. El hilillo de luz recorre el nervio óptico. El cual se refleja en el cristalino. Sale a través de la cornea. La pupila de Danniele, se dilata. Danniele, cierra el libro. Se lleva el libro. Sale fuera de la casa. Observa el símbolo de la entrada. Las manchas de sangre inunda el porche y la superficie del terreno que cubre la zona. Las jotas entrelazadas brillan por la luz matutina. Presentación de Imágenes. Año 30 de Nuestra Era. Santiago en el puerto ofrece desde la barca la recién capturada pesca a los viandantes que por allí pasean. Santiago, observa el fructífero día. Apenas le quedan peces en la barcaza. Santiago, coloca los peces que le sobran en una cesta. Una vez realizado el quehacer, sujeta la barca anudando las amarras. Abandona el esquife. Camina por el muelle, las gaviotas se acercan a las vísceras que los demás pescadores van echando al mar. Se acerca a un grupo de personas que juegan a los naipes. Saluda a los jugadores. La banca le invita a unirse al juego. Santiago niega, debe llegar a casa temprano, ha prometido a uno de sus hijos jugar con él. Santiago, se despide y se encamina calle arriba. Las diversas casas, adornan la calle con colores ocres y amarillentos. El tejado hecho a base de tejas, color terracota, ofrece un contraste con los crepúsculos, que por el ocaso se tornan con tonos anaranjados, resaltando en los cúmulos los azules eléctricos, cómo si fuesen las pinceladas en un lienzo enorme que algún Dios quiso plasmar a placer según tuvo la ocasión. Santiago, camina pensativo. En la esquina de la calle, Santiago divisa a Jesús. Santiago no le reconoce y sigue con su paseo. Jesús le llama. Santiago, acércate, le pide Jesús con amabilidad. Santiago, fija la mirada en el rostro de Jesús. Jesús, le pregunta por el día. Santiago se interesa por saber la identidad de la persona que causa la interrupción en su camino. Jesús, responde. Santiago, le observa. Ha oído hablar de El Mesías. Se extraña que El Mesías, conozca su nombre. Jesús, en respuesta, le manifiesta que conoce aún más de él. Santiago, continúa Jesús, sé que posees familia y un buen trabajo que te ofrece un jornal que satisface las necesidades de tus descendientes. Sé que disfrutas de la vida que has labrado. Más también sé que hay algo que sientes dentro de tu ser. Algo que no sabes que es, ni cómo llegar hasta él, algo que te mantiene vivo y alerta ante las adversidades, algo que sabes que proviene de antes de que existiera este universo. Santiago, puedo ofrecerte la sabiduría plena del conocimiento, sólo debes dejar todo y seguirme. Te instruiré en la disciplina de los Dioses, los verdaderos Dioses Santiago. Existen otros semejantes a mi. Santiago, al recibir toda esa información, le pide modestamente que le acompañe a su hogar. Jesús sonriente, accede a la invitación. En el avión ultrasonico del Jeque, quién bebe de un vaso de Whisky, observa cómo el hielo se deshace al servirse otra copa. Cierra la botella de Glenmorangie. A su lado, Samoa, vestida con un sencillo vestido, observa a través de la ventanilla. Veremos a Jennifer, pregunta fría y seria. El Jeque, asiente, sí Samoa, te aseguro que será la primera persona que verás en cuánto aterricemos. Samoa se interesa por saber cuándo empiezan las revelaciones. El Jeque, afirma, que Danniele ya ha empezado. En breve el mundo será testigo de la magnificencia de la Diosa Multiversal. Samoa, asiente, lo único que desea es ver a su hija. El Jeque, la toma de la mano y afirma que siempre cumple sus promesas. Samoa, gira al rostro al cúmulo de nubes arremolinado en el aire. El sol en lo alto le produce la sensación de que explotará en cualquier momento. El sol empieza a oscurecerse, las nubes se mueven con la rapidez del avión, el azul claro se mezcla con los rayos que caen perpendicularmente. Se produce un efecto espejo que hace que la visión de Samoa se turbe. El sol explota ante los ojos de Samoa. Las nubes se tiñen de sangre, el azul se torna negro cómo si fuese parte del espacio universal. Samoa, se adentra en la quimera. Del oscuro cielo emerge la figura del Ángel Exterminador, señala a Samoa con la punta del dedo indice. Samoa sonríe. El Jeque la observa. El Piloto anuncia que en breve aterrizaran en el aeropuerto de Gatwick. Samoa, ante la ventanilla con los rayos de sol entrando e iluminando el rostro, haciendo que se torne dorado, se abrocha el cinturón de seguridad. El Jeque la imita. El avión aterriza en la pista privada del Jeque. Santiago, observa, la casa de Elizabeth y Samuel. Las verjas se abren ante él. Santiago, otea el entorno. La entrada amable y con diversos árboles al lado del extenso camino se agitan por el suave viento que mece las copas de los árboles. El susurro de la brisa trae consigo el silbido de unas palabras que envuelven a Samsara. Las letras que forman las oración: Busca tú elemento, se dibujan una a una con las hojas que se desprenden de los árboles. Santiago, toca con la punta de los dedos las brácteas que suavemente se depositan en las baldosas enyesadas por el gres. Samsara, llevándose consigo el remolino de hojuelas con cada pisada, se encamina por el paseo. Gizas, le espera, al final del camino. Samsara se acerca y reconoce al antiguo amigo. Jesús, declara, con alegría calmada. Jesús sonríe al discípulo, mientras le ofrece las monedas que en el pasado recibió de Santiago. Klyew y Jim, observan cómo Samsara, se encamina hacia la parte de atrás de la casa. Jim hace de un ademán en busca de Samsara. Klyew le ase del brazo. Jim, le deja ir. Llamemos al timbre propone Klyew. El viento sigue soplando, las nubes grises, anuncian el aguacero de forma inevitable. Klyew, sube por las escalinatas que conducen al umbral. Jim se acerca al interfono. Pulsa el timbre. La puerta se abre ante ellos. Klyew y Jim, se adentran a la casa. El lobby amueblado de forma elegante y sencilla, compuesto por una escalera que conduce a la planta siguiente invitan a Klyew y a Jim a subir por los escalones. En la planta superior, Klyew observa una pintura al oleo. La representación de la vida se muestra ante él. Una pareja de humanos se encuentran en medio de un pantano en el que diversas almas emergen de las aguas turbulentas. La pareja, mantiene una postura que evoca al amor en si mismo. Klyew, se dirige a Jim, quién observa el cuadro y musita el nombre que encabeza el óleo. Vida, emerge de los labios de Jim. Elizabeth se abre camino, Vida, repite la longeva Mujer. Klyew y Jim, se quedan observando a la exquisita mujer. El vestido blanco y sobrio, hacen que la belleza del rostro, resalte en la penumbra en la que se encuentran. Elizabeth, les pide que le acompañe a la terraza, deben ver la visión que La Diosa Multiversal tiene reservada para ellos. Klyew y Jim, se dejan guiar por Elizabeth. Samsara, se dirige al invernadero. Elizabeth, Klyew y Jim, en el balcón de la tercera planta se disponen a recibir el mensaje de la Diosa Multiversal. Samsara entra en la amplia estancia. La visión a través de Samsara se muestra ante ellos. Moisés, en las montañas de Sinaí, con las tablillas en las manos baja de prisa y feliz. Al acercarse a la tribu, percibe que el alboroto reina en el campamento. Los hombres cometen adulterio a la vista de todos los demás. Un grupo adora la estatua de Moisés, hecha con oro macizo. La mujer de Moisés se acerca y le toma del brazo invitándole a la pecaminosa fiesta. Moisés, enfurecido, se zafa del brazo. La ase con fuerza, le insulta preguntándole si se han vueltos locos. La empuja a un lado. Se acerca a la imagen y cómo un poseído coge una de las lanzas ardientes y la atraviesa derribándole. En el impulso Moisés se le cae una de las tablillas en el fuego que abrasa la estatua. Moisés grita de ira. Los del entorno se atemorizan viendo a Moisés fuera de sí. Moisés les amenaza y les exclama lo aberrante que resultan los seres humanos. Ahora uno de los mensajes sagrados no podrá ser revelado, gracias a los bajos impulsos de los hombres. Exige de forma contundente que limpie el desastre y vuelvan a las normas preestablecidas. Samsara extiende la mano, atraviesa la visión, recupera la tablilla. La visión se cierra. Samsara ante las trinitarias observa cómo los trozos de piedra se unen y dan forma al mensaje perdido. Samsara observa la trinitaria, el rojo sangre se desprende en forma de gotas, la planta emerge dejando las raíces descubiertas, las monedas aparecen cómo si se tratase de una semilla en pleno proceso de germinación. Santiago encuentra las monedas ante la casa de Zaqueo que era uno de los Publicanos de la época. Zaqueo en el umbral de la puerta le observa y entra en la casa, cabizbajo, por la muerte del que le perdonó. Samsara con las monedas y la tablilla, abandona el invernadero. Samsara observa a Elizabeth, Klyew y Jim, uno a la derecha y el otro a la izquierda tal cómo estaban en la crucifixión. Elizabeth le invita entrar en casa. Samsara accede a la mansión. En la proa del barco, Gizas y Jennifer surcan el támesis. Gizas observa la larga cabellera rubia de Jennifer. El viento ondea los mechones de la chica. Jennifer observa las estrellas en el firmamento. La constelación de Cástor y Pólux, se puede apreciar en medio de otras que los humanos no saben que existen, le explica a Gizas. Seguramente son datos que conoce en plenitud, termina Jennifer, girando el rostro hacia el hermano espiritual. Gizas, en silencio, le anuncia que en breve llegarán al amarre de la urbanización. Jennifer, pide a Gizas una explicación de los hechos que ha vivido, es obvio que los sucesos acaecidos son una muestra de lo que esta por acontecer. Gizas, le inquiere que hecho cree que sucederá. Jennifer, responde que aún no lo sabe, más está segura de que un evento se acerca. Dime Gizas, ¿Crees en Dios? Yo soy Dios, responde Gizas. Jesús, era el hijo de Joshua, según las santas escrituras. Jesús es un Dios Viviente creado por Joshua el discípulo preferido de la Diosa Multiversal. Jennifer, observa una barca que se acerca. Danniele, al remo saluda a Jennifer y a Gizas. Gizas le divisa. Le expresa a Jennifer, de la visita esperada. Jennifer, observa a Danniele, musita Edward y Victoria. Gizas le afirma, así es Jennifer, es el hijo de Edward y Victoria. Danniele, se acerca a la proa del barco y sonríe. Gizas le saluda. Le facilita el acceso a la barca de Danniele a Jennifer. Ambos bajan por la escalera al esquife de Danniele. Danniele rodea a Jennifer con los brazos. Jennifer, siente la muerte de los padres. Danniele responde que los caminos de los Dioses resultan inescrutables. Jennifer entiende los sucesos pero no entiende cuál es su papel en la profecía. Te lo enseñaré responde Danniele. Debemos ir al lugar señalado. Danniele empieza a remar, internándose en el támesis. Se acerca a la orilla. Bajan de la barca. Danniele, enajenado por la aurora celestinesca que le invade, conduce a Jennifer y a Gizas dentro del río. Danniele, extrae los libros del macuto y los coloca en la orilla. Los libros, se unen y se convierten en uno solo. Las páginas del libro, emergen de cada uno. Las letras forman un lenguaje desconocido en forma de símbolos que se asemejan a la caligrafía aramea. Las solapas encajan cómo un guante dentro de si mismas. El libro se abre y emergen las almas errantes de él, figuras en forma de humanoides oscuras igual al cielo nocturno se arrastran al lago. Rodean a la joven pareja. El cuerpo de Gizas se acerca al de Jennifer. Se deja hacer, ambos se funden en uno sólo igual a los libros sagrados de la estirpe mencionada. El libro se convierte en arena. Se esparce por el entorno. Del cuerpo único, se desencadenan vibraciones que forman un oleada en el derredor. Los vapores de las almas junto con los de la oleada se alzan sobre si mismos, se unen con la oscuridad de la noche. Un vacío cuántico nace de la unión de ambos elementos. Crea una explosión cuántica, que atraviesa toda la tierra. Empieza a llover partículas de antimateria, energía oscura y materia oscura, creando pequeños remolinos cuánticos que absorben la materia cercana. Las personas al sentir la onda cuántica expansiva, obedecen al instinto de levantarse de sus asientos y dirigirse al exterior en busca de una respuesta a la situación vivida. Observan cómo caen las partículas y cómo los pequeños remolinos atraen la materia orgánica e inorgánica que encuentra a su paso. El fenómeno dura unos instantes. La fuerza gravitatoria de las elipsis hace que se colapsen y se evaporen, dejando una pequeña capa del material esparcida por la tierra. El ser único, se levanta sobre si mismo y expresa: Somos nuestro elemento. En el sol, se produce un estallido con las palabras de ser único. Emergen fuertes deflagraciones solares, arrasan la tierra. El campo electromagnético del planeta repele el ataque de helio e hidrógeno. El cielo nocturno se inunda de aureolas boreales. En la parte soleada de la tierra, se produce un efecto tornasol que invade las ciudades de colores. Las personas se quedan atónitas. Las aureolas recorren todo el globo terráqueo. El fenómeno natural mueve el campo electromagnético ejerciendo fuerza en las placas tectónica, haciendo que estas se desplacen y produzcan un seísmo de magnitud seis en la escala de Richter. Las grandes edificaciones se tambalean, algunas caen. El seísmo produce una oscilación en los edificios. El único ser, invoca al aire, produce un remolino en la capa exterior de la atmósfera, que baja hasta los océanos y une atmósfera y aguas. Los tsunamis se suceden uno tras de otros, dejando una devastación de muerte, sangre y destrucción. El planeta se sumerge en un caos. El único ser, observa a Danniele. Le otorga el poder de la electricidad. Danniele, absorbe las energías eléctricas del remolino que une las aguas con el cielo. Danniele, aparece en la televisión de los seres humanos, interrumpiendo las últimas noticias que hablan de los sucesos que están acaeciendo. Danniele igual a un profeta, explica a los seres humanos la advenida del verdadero Juicio Final. La señal televisiva intermitente, produce interferencias en la misma. Los seres humanos deben morir, concluye Danniele. Las personas, entran en estado de shock y se descontrolan, provocando diversos toques de queda y haciendo que los militares tomen las calles, para proporcionar tranquilidad y seguridad lo que produce un estado de sitio en todo el mundo. Se produce un llamamiento para detectar el lugar dónde se encuentra la figura amenazante. Siguiente Secuencia. KRYA. Luzbel, regente de La Diosa Multiversal, atrapado durante siglos en el plano más oscuro del Inframundo, por desobedecer los mandatos divinos del Multiverso. Pidió ser extraído, después de que reinara durante milenios, en el plano el que destinado a la oscuridad absoluta, creo a partir de la materia, energía oscura y antimateria el propio reino que gobernó. Saturado de almas y del propio Ángel Exterminador, que lo tenía subyugado a realizar actos inesperados por parte de la Diosa Multiversal, imploró a la Diosa Multiversal, ser desarraigado de la corteza que unía el plano con los demás universos. La Diosa Multiversal, escuchó las súplicas de Luzbel y del ejército que había destinado junto a él. Regentes de diversas Galaxias, se habían confabulado para retirarse al Paraíso Universal y dejar de cumplir con el mandato eterno de regir los objetos estelares. Los extrajo del Inframundo conocido cómo Reino De Luzbel, llevándolos a los planos cercanos al nirvana. Allí estuvieron durante milenios, hasta que La Diosa Del Multiverso decidió que formaran parte de las plagas que ejercía el poder de la advenida del Segundo Primogénito De Joshua, el discípulo de La Diosa Multiversal. Luzbel, y los demás regentes, escucharon el mandato divino, presos por la Diosa Multiversal en el espacio subyacente del Nirvana. Luzbel, descendió a la tierra, en busca de los ángeles que fueron destinados al juicio final según cuenta el Apocalipsis. El Ángel Exterminador, se encontraba en pleno proceso de ejecución de los seres humanos, mediante el Segundo Primogénito de Jehová. Dark Ángel, se encontraba en el Tercer Infierno, rescatando a unas almas que estaban en la agonía que les producían los Señores del Tercer Infierno. Creator Ángel, en el Tercer Cielo o Cielo del Altruismo, y Los Íntegros, Regentes del Tercer Cielo, se dedicaban mediante cánticos junto a la Diosa Multiversal desde el Nirvana, a establecer a cada alma en un lugar en los diferentes planos y dimensiones que existen. Luzbel, en el K2, reúne a los Ángeles del Juicio Final. Situados en el pico más alto de la cordillera, se centran en la perspectiva del por qué de lo que se desencadenará en la tierra. El Ángel Exterminador, jactancioso, dictamina la muerte de cada uno de los seres humanos, en Tellus Matter, no habrá paz para los humanos. Creator Ángel, necesita el ejército para acabar con la vida de los humanos de forma lenta y dolorosa. Sus soldados oscuros se encuentran durmiendo en la cámara magmática de los volcanes. Hechos a partir del material que compone el magma, descansan hasta recibir el mandato de Creator Ángel, el Ángel que mantendrá el equilibrio en el sistema solar y permitirá que el universo continúe con su existencia. Dark Ángel, accederá a los Señores Del Tercer Infierno cómo ejército y arma para desencadenar el mandato divino. Luzbel, y sus regentes azotarán la parte mas septentrional del globo terráqueo. Los regentes de Luzbel, emergerán del Infierno Babilónico. Sólo debe reunirles. Los cuatro Ángeles, se dirigen por diversas formas a cada lugar para reunir a los ejércitos que permitirán la evolución del sistema solar y del universo. Moisés, intenta recordar la tablilla destruida. Samoa, la mujer, se adentra en la tienda. Moisés,la mira de forma inquisitiva. En que estaría pensando cuándo permitió la fiesta pagana. Samoa, creía que era oportuno después de pasar una larga travesía por el desierto de Sinaí. Moisés le expresa que una fiesta pagana no era lo apropiado. Ahora deberá castigar a los implicados. Samoa pide clemencia por el pueblo. Moisés hace caso omiso a las peticiones de Samoa. Moisés emerge de la tienda, mientras Samoa, le pide que sea benévolo. Moisés se dispone a ejecutar la orden. Dentro del grupo subversivo, se encuentra el hermano de Moisés. Samoa, pide a Moisés, que tenga piedad por el hermano. Moisés, le inquiere por qué iba a tener piedad por el insurgente. Samoa confiesa de que ama a el hermano de Moisés. Moisés ante la información arruga el rictus. Moisés les ejecuta a todos, incluyendo a Samoa por traición. Los insurgentes acaban presos de las llamas en el lugar dónde veneraron a la estatua de Moisés. Imperio de Nabucodonosor. Nabucodonosor, Rey de Babilonia, come de un manjar expuesto ante él. Las fauces del cerdo, obstruidas por una manzana caramelizada, en medio de la mesa, adorna el elixir ofrecido al Monarca. Frutas vírgenes y acunadas se distribuyen en el derredor, produciendo un remolino de exquisiteces. La decoración de la mesa expone panes y productos hechos por los Cocineros del Imperio. Peces y vacuno de excelente calidad adornan las delicias exhumando el néctar cómo si se tratase de pequeños ríos que caen en una cascada de aceite y sangre. Nabucodonosor, toma un trozo de carne. Lo prueba cómo si fuese la primera vez que degusta el alimento. Ofrece con delicadeza del tenedor que se ha llevado a la boca a la Mujer, que en silencio y orgullosa, niega con un gesto. Los Hijos, seis, se encuentran en la salón del banquete, arropando a la Mujer. Nabucodonosor, coloca el tenedor, despacio en la mesa. No existe un ente único, cómo Dios, existen varios Dioses. ¿Por qué os cuesta tanto entender algo tan sencillo? concluye Nabucodonosor, golpeando con el puño fuertemente la mesa. Observa a la Mujer, comienza la narración del destino de las almas de todo aquél que no comprenda el mensaje que se le otorga. La Diosa Multiversal, eligió a unos regentes que llevaban un tiempo considerable prestando sus servicios cómo guías y les dotó de humanidad. Les envió a un planeta de uno de los universos, planeta conocido cómo Tellus Matter. La función consistía en que diesen a conocer al resto de humano la existencia de la Diosa Multiversal, junto a los máximos Dioses conocidos. Para la humanidad resulta difícil comprender los conceptos de varios Dioses en uno. Creen que sólo se trata de una Deidad. Lo que produjo que se practicase torturas y se obligara a los humanos a creer en los Dioses de forma violenta. La Diosa Multiversal, les otorgó el poder de procesar a las almas en el espacio llamado Infierno Babilónico. Un infierno destinado para todos aquellas energías que aunque instruidas en la creencia de la existencia de una Deidad, que no existe, se niegan a aceptarla y ciegos se dirigen a una único Ídolo, sin entender el significado de varios Dioses en uno. En este lugar, dos realidades coexisten, una que es la felicidad y la alegría de aceptar y entender la existencia de los Máximos Dioses y los diversos planos existenciales y otra la agonía, el sufrimiento y el dolor de permanecer estancados en una idea incorrecta. Estas realidades coexisten a su vez, haciendo que las almas muestren la positividad y la negatividad de la energía en el mismo instante. Este espacio se representa cómo unos Jardines, en dónde los rayos del sol, se funden con el lugar, haciendo que la vegetación y el agua tomen una realidad celestial. Las cataratas de agua transparente y cristalinas se deslizan suavemente hasta formar un riachuelo dónde distintas especies acuáticas saltan y se mimetizan con el fluido, ofreciendo un frescor inigualable. Diversos columpios revestidos con un manto floral, se brindan a los huéspedes que felices se suben a ellos para disfrutar de lo que le ofrece el entorno. Aunque este lugar parece paradisíaco, la realidad negativa que coexiste con él, se muestra implacable, en el que el agua se convierte en sangre, el encofrado de los columpios son púas que desangran de forma lenta y agónica a los residentes, los rayos de sol se convierten en oscuridad, las risas se transforman en lágrimas sangrientas, los seres acuáticos se deforman, clavándose cómo anzuelos en las carnes de los que allí se bañan. Algunas almas llegan a aceptar la realidad positiva. Se les permite pasar al Primer Cielo o Cielo del Despertar. Jhital, el Dios que gobierna este cielo, les supervisa de cerca para que vuelvan a reencarnar y comiencen una evolución teniendo la conciencia precisa para poder entender la magnificencia de los Dioses. Los regentes divinos de este espacio residen en Pirámides al más puro estilo babilónico. Llevan túnicas cómo atuendos, coronas de flores que adornan el pelo, yendo libres de calzado. Son conocidos cómo Los Versados, ya que poseen el conocimiento total de la Divinidad y el continuo espacio tiempo. Dos son los que componen la Jerarquía, principio femenino y masculino, coexisten en los mismos, haciendo de ellos seres sutiles y vigorosos. Nabucodonosor, pide que traigan el objeto del suplicio. Una gran olla con aceite hirviendo, sujeta por los guardias es depositada en la sala. La Mujer mira la olla horrorizada. Empieza una plegaria en forma de cántico. Los hijos le acompañan. Nabucodonosor, les vuelve a inquirir si siguen creyendo en el único Dios. La Mujer aumenta el tono de la plegaria. Los hijos se unen con fuerza a la madre. Nabucodonosor, ordena al guardia ejecutar la orden. El guardia se acerca al más pequeño de los hijos, le toma por un brazo y lo lleva hasta la olla. Desenvaina la espada y coloca el arma en el hombro del muchacho. Nabucodonosor, inquiere nuevamente. ¿Seguís creyendo en vuestro Dios?. La Mujer, quita la mirada, mientras sigue el cántico. Nabucodonosor ordena a otro de los guardias que la obligue a mirar. El guardia se acerca a la Mujer y le sujeta el rostro para que no pierda detalle. La Mujer cierra los ojos. Nabucodonosor le hace un gesto al guardia. Entre gritos, le extirpa los párpados con una daga. Las lágrimas de la Mujer se mezcla con la sangre que brota de la amputación. Los hijos, petrificados exclaman, y se centran en el cántico. Nabucodonosor pide finalizar la orden al hijo. El guardia que sostiene al joven, propina un golpe seco en el hombro del chico. El clamor inunda toda la estancia. Lanza el brazo cercenado dentro de la olla. La Mujer implora piedad. Nabucodonosor, continúa degustando el manjar. Retoma la pregunta: ¿Seguís creyendo en vuestro Dios? La Mujer, llora desconsolada. Los hijos la miran en busca de una orden. La Mujer, niega con la cabeza. Nabucodonosor, ordena, arrancarle el otro brazo al joven. Uno a uno mueren en las mismas condiciones, en medio de un río de sangre y extremidades. Desde el balcón del palacio real, Nabucodonosor, observa los jardines de babilonia. La versatilidad de la flora se mezcla con los diversos tonos de verde que combina los cuatro elementos en uno sólo. Nabucodonosor medita la sencillez de la respuesta que quiere obtener de la especie humana. El Ángel Exterminador, se abre paso en medio de las nubes. Accede al balcón y medita junto a Nabucodonosor. El Ángel Exterminador, trae un mensaje de la Diosa Multiversal, debe volver al espacio tiempo de dónde fue extraído, debe volver al Infierno Babilónico. Tiene la decisión de exterminar el Imperio Babilónico, junto a los seres humanos que habitan en él. Nabucodonosor, observa al Dios, que al igual que él, entiende la sabiduría del Multiverso. Nabucodonosor evoca el lugar de existencia, el extraordinario lugar destinado a que las almas lleguen a comprender el significado de la Única Deidad. Nabucodonosor, en el Infierno Babilónico, se dirige por los pasillos de las Pirámides al lugar de martirio. Los jardines en pleno apogeo de limpieza y purificación se dejan ver en medio de la oscuridad y los rayos solares. Los Ángeles Caídos de Luzbel, ejercen el yugo sobre las almas errantes. Gabriel, gira el rostro a Nabucodonosor, cuándo se dispone a azotar, produciendo un impulso en la descomposición molecular del espacio tiempo, al Rey 5MHB la nefasta energía subyugada en el paraíso infernal. Nabucodonosor, extiende las manos, extrayendo las cadenas florales y de espinas que atan al Ángel. Gabriel, se dirige a Nabucodonosor. He recibido el llamado de Luzbel, déjame ir. Nabucodonosor, le dejara ir cuándo sea preciso. Gabriel, exige salir de inmediato de ese lugar. Puede atravesar el espacio tiempo. Nabucodonosor, desea formar parte del ejército. Las costumbres terrenales le incitan a disfrutar de los manjares. Echa de menos el cerdo grilled a la manzana caramelizada. Gabriel, odia el instinto humano, pero aún así permitirá que Nabucodonosor forme parte del ejercito, si eso es lo que le hará emerger de ese lugar. Nabucodonosor, confiesa, que puede pasar del cerdo, realmente lo que tiene es sed de carne humana. Solía comer de ella, al freírla en las grandes ollas. Gabriel, sonríe, y revela que sabía que un Dios cómo Nabucodonosor aspiraría a algo mejor. En el desierto de Sinaí, Luzbel, accede a través de la tierra, al Infierno Babilónico. La arena se desliza por el suave viento, que arrasa con las dunas en un vaporoso movimiento del aire que flamea en la llanura incesante. Luzbel, invoca en una oración a que se despliegue la energía que completa el plano existencial. Un remolino de arena conduce a Gabriel y al ejército fuera del Infierno Babilónico. Nabucodonosor acompaña a Gabriel liderando el hueste. Los señores del Tercer Infierno. Conocido cómo El Infierno de los Verdugos, Los Señores del Tercer Infierno, cohabitan en un espacio parecido al espacio subyacente del Nirvana dónde La Diosa Multiversal, mediante su conciencia integra en el tejido del espacio continuo tiempo universal, ondas de sabiduría que perciben los seres más aptos que se encuentran en elevados procesos evolutivos existenciales. Los separa una red de líneas de tiempo, que funciona cómo un laberinto. La Diosa Multiversal se asegura, de esta manera, que los discípulos no accedan al Nirvana. En este sub espacio, los seres que existen absorben la sabiduría de los frutos que le brindan el árbol de la conciencia universal. Este espacio se representa en color blanco con la forma de un árbol ubicado en el núcleo, emergiendo a modo de follaje diversas líneas de tiempo que forman parte de la existencia en sí mismo. Los discípulo en forma de ondas energéticas constituyen parte de un todo que se desplaza por el lugar absorbiendo toda sapiencia. Una forma de existir muy elevada que crea la Diosa Multiversal, para acceder de forma directa a ciertas civilizaciones. La Diosa Multiversal, escogió a dos de las ondas energéticas y las envió a Tellus Matter, con el fin de buscar algún humano que albergara la capacidad de predicar la divinidad cómo tal. Las ondas energéticas al llegar a la tierra tomaron posesión de un par de humanos y observaron que los seres que habitaban en Tellus Matter tenían un comportamiento inadecuado, haciendo así que decidieran ejercer la justicia por propia mano. Uno de ellos tomó a los victimarios y les obligó a realizar los actos pecaminosos entre ellos, a la vez que les infringía el mismo dolor que irradiaban. El otro ser, decidió ser más sutil obligando a los pecadores a que se diesen cuenta de su falta y pidiesen ser ajusticiados de forma cruel y violenta. La Diosa Multiversal, percibió que las ondas habían desviado el rumbo y decidió visitar ese planeta que necesitaba ser supervisado de primera mano. Se reunió con las ondas que aún habitaban dentro de los seres humanos y recibió el mensaje de que los humanos sólo producían caos y destrucción. La Diosa Multiversal, permitió al primero que ejecutará el deseo de ajusticiar a los humanos, otorgándole el poder de crear una morada para ello. De aquí surgieron los Señores del Tercer Infierno. La onda, desprovista de toda humanidad, agregó la sabiduría adquirida en el subespacio adyacente del Nirvana, lo que produjo interacciones energéticas que hicieron del lugar un sitio vivo, dando paso a un entramado de líneas de tiempo parecidas al árbol de la conciencia universal. La singularidad que presenta este lugar radica en que el ambiente es totalmente opuesto al lugar de origen. Del Árbol de la Vida, que así fue nombrado por la onda, emergen embriones que aseguran la continuidad de la existencia del espacio creado. Los embriones en forma de fruto se reproducen continuamente. Cuándo el regente actual perece, uno de los embriones cae al suelo, en cuestión de pocos instantes se desarrolla dando paso a uno de los Señores del Tercer Infierno. Representado en tonos rojizos y fulgurantes, el espacio se ubica entre el Infierno Babilónico y El Cuarto Infierno o Infierno de los Justos. El Regente, lleva una especie de recubrimiento negro asemejando a la ropa pero sin serlo. Del cuerpo emerge unas especies de cadenas que se enrollan entorno a los pecadores obligandoles a través de las ondas que emanan los eslabones punzantes, infringir el dolor que infringieron a sus victimas en sus propias carnes. Las victimas son creadas a partir de los recuerdos de los pecadores. El Regente hace que el pecador proyecte el momento del recuerdo, dónde martirizo a la victima, de ahí se debe a que este casi inmóviles. Los embriones del Árbol de la Vida, se alimentan de las almas que allí se encuentran, resulta muy difícil para el pecador salir de este lugar. Los que están destinados pueden alcanzar al Infierno De Luzbel, dónde pueden fingir que tienen una vida normal, si El Ángel Exterminador lo permite. El Árbol se encuentra en lo alto de una montaña, a su alrededor, El Regente ejecuta el castigo ubicándose en el centro del caos. Cabe destacar que el Regente nunca perece, pero si sucediese, tiene asegurado su linaje, mediante los embriones que se reproducen cómo frutos del árbol de la vida. Dark Ángel, con sus alas abiertas en extremo produce una onda expansiva sobre las almas martirizadas por El Regente. Bienvenido al Tercer Infierno, exclama El Regente, boyante de alegría y felicidad. Las cadenas que emergen del cuerpo del Regente, se mueven en una danza circular al mismo tiempo de la onda producida por Dark Ángel. Se posa con majestuosidad junto al Árbol. El Regente, deja a las almas en su suplicio y sonriente se acerca a Dark Ángel. Vengo en busca de mi ejército, expresa Dark Ángel. Está preparado y listo para ti, responde El Regente. De las raíces del Árbol de la Vida, brotan los pecadores preparados para el exterminio de los seres humanos. El Ángel Exterminador les brinda esta oportunidad, responde El Regente. Los pecadores en brasas, muestran colores rojos anaranjados, se asemejan a un volcán en erupción. Caen algunas gotas de lava ardiendo al suelo, que da paso al arma, cadenas de magma hirviendo se adhieren al cuerpo delirante y en movimiento que mana de las raíces del Árbol de la Vida. Dark Ángel, complacido, sonríe al Regente. Creator Ángel. En la cámara magmática de los volcanes, los Soldados Oscuros, reposan en el sueño infringido por Creator Ángel. El Ángel, se acerca a la ladera del volcán Fuji. La montaña se alza en la altura de la faz de la tierra. Creator Ángel, los despierta sin más. El ejército se alza rompiendo la ladera del volcán. Hechos a partir del magma con el frío y el viento se solidifican formando seres gigantes a lomos de caballos feroces que muestran su dentadura cómo afilados cuchillos. El arco y flechas de energía, acompañan a los soldados oscuros. Creator Ángel, fue extraído de un universo en que la antimateria es el elemento común. La Diosa Multiversal, supervisó el universo y lo dio por erróneo, ya que los seres vivos de este universo desembocan a la autodestrucción, siendo seres feroces y violentos. La Diosa Multiversal, extrajo al único ser vivo que habitaba en un planeta cerca del sol. Creator Ángel, vivía sin la compañía de otros seres. Se alejaba cuánto podía de la violencia de los otros objetos estelares que formaban el universo. La Diosa Multiversal, le dotó de poder para organizar a los seres que habitaban en él. Teniendo el plano de una de las líneas de tiempo que le hacían observar un posible futuro en la continuidad del espacio y un aliado en épocas venideras para la destrucción de los seres humanos que habitan en Tellus Matter. Creator Ángel situó a los seres en comunidad, permitiendo que se reprodujeran y formaran linajes independientes según la especie que era. Estableció leyes que los seres vivos acataron de buen grado. La Diosa Multiversal le mostró a Creator Ángel, la línea de espacio tiempo en dónde el universo en el que habita Tellus Matter, iban a ser exterminado los seres humanos. La Diosa Multiversal, pidió a Creator Ángel, que extrajera a cientos de seres para el día del exterminio. Creator Ángel, observó al ejército, ante él y les anunció: Ha llegado el día. Joshua Padre de Gizas y Jennifer, creados a partir de su propia energía. Otorgándoles el poder de la eternidad. Discípulo de los primigenios en el Quinto Cielo, Joshua, creó este universo a partir del espacio tiempo que le fue otorgado para este fin. El universo, tenía posibilidades de formar parte del plasma universal, que se encuentra arraigado en la corteza del Multiverso. La Diosa Multiversal, aceptó el universo y lo envió a la red de universos y espacio tiempo que forman el Multiverso. Arraigándose, al resto del plasma, se adhiere para dar continuidad al espacio tiempo universal. Joshua, el discípulo recibió la orden de la Diosa Multiversal, de exterminar a los seres humanos, y le ofreció la oportunidad de que lo hiciera según su criterio. Joshua decidió enviar a Jesús, para poder purificar a los seres humanos a través de las parábolas y hazañas. Jesús, otorgó la vida para que se hiciese la voluntad del padre, pero los humanos continuaron con la autodestrucción del entorno. Joshua, decidió enviar al segundo primogénito, quién tendría la decisión de morir por la muerte de los seres humanos. Jennifer, el segundo primogénito, que se unirá a Gizas, y se convertirá en uno solo, trayendo consigo a los Ángeles del Exterminio. Joshua, el Creador del Universo, permitirá que Jennifer realice su propósito sin intermediar, ni escuchar las plegarias que los seres humanos suelen requerir en el último instante. Siguiente Secuencia. KRYO. Moisés recoge las cenizas de Samoa, parte de la calavera de la mujer muerta, se encuentra entre los huesos de los insurgentes. Moisés, agrupa los despojos y los introduce en una bolsa de tela, hecha a base de acacia, los árboles que afloran en el desierto Sinaí. Moisés lee las tablillas con los mandamientos. Busca pergamino y tinta. Escribe en él las palabras que recuerda de la tablilla perdida. Los recuerdos se agrupan en su mente, el símbolo de las tres jotas entrelazadas, se le muestra en frente en una especie de celaje. Los nombres Jesús y Jennifer, junto al de Joshua, aparecen ante él. Sólo uno, musita Moisés. Moisés, observa la calavera de Samoa. Del los huesos vacíos y sin vida emergen unas palabras: Hicisteis lo correcto. Moisés, coge la calavera y las cenizas y las lanza contra la columna de bambú que sostiene la tienda. La calavera cae hecha añicos, las cenizas se esparcen por el suelo. Uno de los cerdos entra en la tienda. Olisquea la calavera y las cenizas. Se dirige a Moisés. Quién acaricia al cerdo mientras observa el pergamino. El Jeque, invita a Samoa, a entrar en la suite principal del hotel Cinco Estrellas de la cadena hotelera más famosa de Londres. Samoa agradece la invitación. Entra en la habitación, y sonríe al Jeque. El Jeque, le explica que estará en otra habitación en el mismo pasillo. Quiere cerciorarse por sí mismo que se encuentra cómoda. El Jeque, le pregunta si aún El Ángel Exterminador, le visita. Samoa, niega, la última vez, ha sido en el viaje, y él estaba ahí para comprobarlo. El Jeque, se acerca a ella y se introduce la mano dentro de la chaqueta. Extrae una daga de ella. Samoa, extrañada le mira absorta. El Jeque, no perdona las traiciones por muchas reencarnaciones que viva. El Jeque acaba con la vida de Samoa, insertando la daga en la yugular de la joven. Los guardias del Jeque, entran en la habitación. Llevan el cuerpo a la bañera y lo deshacen con ácido. Los huesos y la carne pronto se escapan por el desagüe. El Jeque, habla con Elizabeth a través de una llamada telefónica. Se ha deshecho de Samoa, tal cómo habían acordado. La voz de ultratumba de Elizabeth, se escucha, a través del auricular. Se encuentra reunida con los Discípulos de Jennifer. El ser único completa el ritual junto al Ángel Exterminador. El Jeque, asiente. La profecía se cumple, tal lo dicen los mandamientos divinos de La Diosa Multiversal. Samuel se reunirá con los Ángeles, para reunir los objetos necesarios para el ritual. Samuel observa a través de la ventanilla del avión ultrasonico privado que posee. Reunión con los Ángeles. El cielo tormentoso, anaranjado y negro se cierne sobre Samuel, en la azotea de la torres Kuala Lumpur. Los Cuatro Ángeles del Exterminio, se posan en su entorno, majestuosos y elegantes. El Ángel Exterminador, le ofrece un pergamino a Samuel. Lo lee en silencio. Observa al Ángel que le mira de forma paternal. El Ángel Exterminador, le recuerda que los caminos de los Dioses son Inescrutables. El resto de Ángeles le ofrecen a Samuel, los objetos necesarios para completar el ritual y acabar con la vida de los seres humanos. Creator Ángel, le entrega una medalla forjada en el núcleo del sol de este sistema solar. El objeto de Dark Ángel, lo forma un conjunto de minerales extraídos de los confines del universo. Luzbel, le mira y le muestra las muñecas. Los estigmas de la crucifixión de Jesús aparecen, dibujando las venas de Luzbel, que asemejan a las raíces de un árbol. Del torrente sanguíneo de Luzbel, emerge un líquido de color azul. Una gota es recogida por los dedos de Samuel. La coloca en un botella de cristal. Samuel, se dirige al Ángel Exterminador, le hace un gesto con el pergamino. Le sonríe. Pregunta: ¿Que le sucederá a Joshua? Será llevado de vuelta al espacio subyacente del Nirvana. Debe estar cerca de La Diosa Multiversal. Tiene planes de otorgarle la potestad del espacio subyacente del Nirvana para que se encargue de los discípulos que allí habitan. Sean pues los designios de Nuestra Diosa Multiversal, expresa Samuel, al Ángel Exterminador. Samuel, guarda el pergamino. El Ángel Exterminador abre el plano y lleva a Samuel de vuelta a la mansión. Los Cuatro Ángeles del Exterminio, se alzan sobre las alas, despliegan todo el poderío dejando tras de sí la destrucción total de las Torres. Las personas desde la superficie, asustadas y alborotadas por las plagas que se han manifestado corren despavoridas. El aguacero empieza a caer con fuerza. Las personas gritan pidiendo piedad. Ben Hur. La familia de Ben Hur, libre de la enfermedad putrefacta conocida cómo Lepra, le esperan preocupadas y entristecidas por la muerte de Jesús. Ben Hur, comenta que estuvo cerca de Jesús en los últimos estertores del renacimiento. Los Discípulos profetizan la resurrección en tres días. La familia, cree en las palabras de los discípulos de Jesús, gracias a la curación recibida por parte de la divinidad que vive en él. Ben Hur, ratifica la creencia de la familia. Jesús, el Dios Viviente que camina entre los seres vivos. Ben Hur y la familia, pensativos, observan el chisporrotear de las llamas en la hoguera ardiente que cohabita en la estancia. Las llamas del fuego reflejan sombras en la pared en forma puntiagudas y fulgurantes. Al tercer día, en el palacio de Poncio Pilatos, Ben Hur, recibe la noticia de la resurrección de Jesús. Al salir de la jornada del día, se dirige a la tumba de Jesús. De camino, en medio del alboroto, por la noticia, se encuentra con uno de los verdugos. Lleva el martillo del suplicio en las manos. Ben Hur, le intercepta. Le inquiere por el arma. El Verdugo piensa guardarla en un lugar seguro. Aún se siente extraño, no le había pasado nunca nada igual. Siente cómo la sangre derramada del Dios Viviente, se desliza sobre él, cada vez que toca el martillo. Ben Hur, se ofrece a guardarla. El Dios Viviente, sanó a la familia, gracias a él posee la vida que creía pérdida. El Verdugo, le mira fijamente con los ojos desorbitados. Observa el martillo y con un gesto de extrañeza se lo entrega. Ben Hur, al colocar los dedos sobre el martillo, siente cómo una ráfaga de luz entra por la extremidad. Lo sujeta con fuerza. Camina sujeto a él, por las calles adoquinadas de Jerusalém. Llega al Monte del Calvario, otras crucifixiones adornan el lugar. Los cadáveres son pasto para los buitres que ufanos comen de ellos. Ben Hur, se acerca al lugar de la crucifixión de Jesús. Observa la tierra arenosa. Recoge los clavos de la cruz de Jesús. La sangre fresca aún se escurre por las alcayatas. Desecha los clavos con un gesto de repugnancia. Sigue el camino, por el sendero de semi dunas. La arenisca del desierto se introduce por los dedos de Ben Hur. Llega a la tumba vacía de Jesús. Comprueba el lugar. Los ungüentos que llevaba María y las hermanas se encuentran en el suelo desparramados. El Ángel Exterminador, se abre en medio de suaves remolinos de viento. Ben Hur, le observa. El Ángel Exterminador, extiende la mano hacia Ben Hur, quién de inmediato le entrega el martillo del suplicio. El Ángel Exterminador, le revela la destrucción de Jerusalém esa misma noche. Le pide que se lleve sólo a la familia. Ben Hur, le pregunta por los familiares de Jesús. El Ángel Exterminador, le informa que deben perecer. Sólo debe salir él y la familia, nadie más. Ben Hur, le asegura que así será, no contrariará jamás al enviado del Dios Viviente. El Ángel Exterminador, le comunica que hay varios Dioses y él es uno de ellos. Ben Hur, muestra un ligero gesto de temor. El Ángel Exterminador, alzando sus alas al cielo, sube en el aire. Sonríe extremadamente diabólico. Nunca te haría daño, Ben Hur. Ben Hur, observa cómo El Ángel Exterminador, se funde con el ocaso. Junto al árbol de olivo dónde se ahorcó el traidor, Santiago observa a los cerdos pastar. En medio de la piara, los cerdos, empiezan a inquietarse. Santiago percibe que uno de ellos, echa espuma por el hocico. Santiago, decide salir del lugar. El cerdo se acerca a él. El resto de animales, le rodean. Santiago, le resulta imposible salir del semi circulo. El cerdo, verraquea a pocos centímetros de Santiago. El cerdo se lanza sobre Santiago. Samsara, poseído por uno de los demonios, que usufructuaban la piara, empieza a predicar los evangelios sagrados, junto a los apóstoles en medio de la ciudad de Jerusalém, reducida a cenizas. La espuma aparece en medio de los labios de Santiago. Quién sigue predicando la palabra de Jesús. Explica la verdad de los Dioses. Varios en uno. Del cuerpo de Santiago emerge energía que se apodera del resto de apóstoles. Los apóstoles, poseídos por los demonios, empiezan a hablar en distintas lenguas. Uno de ellos, pide piedad y explica cómo siente que una fuerza sobrehumana le hace estar en el lugar dónde reside. Los habitantes de la ciudad en pleno caos y apogeo de remontar la ciudad, se acercan curiosos al lugar dónde Santiago y los apóstoles, predican la palabra divina. Santiago, alza la mirada al cielo. Pide clemencia para la energía demoníaca. Los habitantes de la ciudad, se preguntan: ¿Que hacen?, Deben haber bebido. Están borrachos, se escucha. Santiago, se acerca desafiante a uno de los acusadores. Le toca el hombro y le transmite parte de la energía a través de los ojos. El habitante, empieza a orar de forma apasionada. Siente el demonio cómo se le retuerce en el cuerpo. Santiago empieza un cántico: El Dios Viviente que camina entre los seres vivos, Derramó la sangre, para limpiar los pecados de ustedes. Vuestros hijos, señalando al habitante poseído, padecerán visiones, serán poseídos por los Dioses, y a su vez le poseerán los demonios. Deben saber que los Dioses, han sido demonios, y que los demonios pueden llegar a ser Dioses. Aparecerán señales, plagas, que someterán a los seres humanos. Pero ellos, no creerán y pedirán, continúa Santiago, pedirán la sangre del Segundo Primogénito. Sacando un pergamino del bolso, lo muestra. Enseñando el Apocalipsis. El Apocalipsis, ha cesado. Pasarán más de dos milenios para daros la oportunidad de cambiar, pero nunca lo haréis. Y entonces, vendrá El Ángel Exterminador, aquél, que vuela por encima de nosotros. Aquél, que se ha tomado la venganza por propia justicia, sean los designios divinos de La Diosa Multiversal. El Ángel Exterminador, se alza sobre las cabezas de los apóstoles, Santiago y los habitantes de la derruida ciudad de Jerusalém. Los habitantes empiezan a correr de un lado a otro. El Ángel Exterminador surca el cielo. Las alas se reflejan en la tierra dejando un rastro de su paso. Los habitantes se acercan a Santiago y a los apóstoles y piden ser bautizados cómo dice La Diosa Multiversal. Bautizanos, piden con las manos extendidas a Santiago. Santiago, igual a un Dios Viviente, asiente. Los lleva a las orillas del río Siloé. Pide que se introduzcan en las aguas. Santiago alza las manos al cielo y bendice al pueblo de Jerusalém. Los habitantes observan cómo las energías demoníacas, abandonan el cuerpo de Santiago y el resto de Apóstoles. Santiago respira satisfecho. Samsara, Klyew y Jim, junto a Elizabeth y Samuel, se dirigen al jardín de la mansión. Danniele y el Jeque, les esperan en las sillas de mimbre que adornan la terraza. Samuel, sube al 4X4, y el resto le imita. Se dirigen por las caóticas calles de Londres a las orillas del Támesis. Aparcan en el lugar de la unión del Ser Único. Samuel, con la tablilla en las manos y el resto de objetos, junto a la comitiva se introducen en el río. Las almas errantes emergen de las aguas. Forman un circulo entorno a ellos. Los Dioses del Inframundo emergen uno a uno. El Versado, del Infierno Babilónico, emerge y pregunta: ¿Donde está mi elemento? Sube hacia el cielo y lo divisa. Junto a Luzbel, se responde a si mismo. Las almas errantes, piden piedad al Versado. En el Tercer Infierno, El Regente, desprende uno de los embriones. Cae al suelo, de inmediato se convierte en Regente. Se encarga del martirio. Surge de las turbulentas aguas. El Regente, se alza sobre las aguas y se coloca al lado del Versado. Las almas errantes siguen con las plegarias. Los integrantes del ritual ríen por la desesperación de las almas. El Señor de los Penitentes, Dios del Cuarto Infierno o Infierno de los Justos surge de las aguas. Se coloca al lado de los Dioses en la oscuridad del cielo nocturno. El siguiente Dios, El Dios Del Quinto Infierno o Infierno De La Deshonra, Rómulo se abre paso en medio de las almas, quienes se aferran a él pidiendo la deshonra. Rómulo, les hace un gesto de piedad y luego se las retira. Accede junto a los demás Dioses. Remo, se manifiesta en medio del impetuoso oleaje y se alza hacia la reunión infernal. He aquí, Remo el Sexto Dios el que rige El Sexto Cielo o Infierno de la Misericordia, pronuncia a medida que se une al resto de Dioses. Todo Inglaterra, es ocupado por los cuatro ejércitos de los Ángeles del Exterminio y los Dioses del Inframundo. Jennifer y Gizas, convertidos en un Ser Único, se encuentra en el lugar del ritual para acceder al objeto del sacrificio. En el camino al lugar van ejecutando a los primogénitos tal cuál pide La Diosa Del Multiverso. Los lamentos de los padres se escuchan en medio del caos. Los viandantes primogénitos, caen en cuánto El Único Ser, circula por el lado de los mismos. El Único Ser, se dirige a la Iglesia de San Pablo. La enorme cúpula, se divisa en medio de los edificios. El Único Ser se dirige directamente al altar. Busca en el Sagrario, las hostias santificadas reposan dentro. El Único Ser, toma una de ellas. Suspira a la vez que bebe un trago de vino. Empuja la pared tras el Sagrario. Un espacio, se deja ver en el recinto. La daga forjada de forma flamante reposa en el espacio. El Único Ser, toma la daga entre las manos. La deposita suavemente en el receptáculo. La daga emana una suave luz brillante. Envuelve al Único Ser. Del Único Ser, emerge una luz que se alza en medio de la cúpula y atraviesa los cristales emergiendo hacia el exterior y produciendo un efecto de luz magnánima que se adentra al la superficie del cielo y a su vez se dispersa otorgando la voluntad de La Diosa Multiversal. Los ejércitos y los Dioses, junto a los ángeles observan la luz y se ponen en marcha obedeciendo las leyes universales tal cual dictamina La Diosa Multiversal. Dioses y Ángeles acompañados de los ejércitos, desatan la masacre. Elizabeth, Samuel, Samsara, El Jeque, Jim y Klyew, se dirigen a la Catedral de San Pablo, para finalizar el ritual. Dentro de la Catedral De San Pablo, El Ser Único, les comunica que deben ofrecer la oportunidad al pueblo terrestre tal cuál profetizan las Santas Escrituras de La Diosa Multiversal. El Ángel Exterminador, lanza el martillo hacia la Catedral De San Pablo. Cae atravesando los cristales de la Gran Cúpula. Los cristales bañan al Único Ser que caen en su entorno produciendo una lluvia de cristal que se pulveriza cómo si fuese un manto brillante y cristalino. El martillo, se queda clavado en el altar. El Único Ser junto al séquito, salen al balcón de la Catedral. Los seres humanos presos del frenesí del caos producido por la hecatombe del exterminio, alzan las miradas y observan a los seis discípulos y al Único Ser. El reportero que cubre el caos, ante la cámara, notifica los sucesos que acontecen. En todas las partes del mundo se masacran salvajemente a los asquerosos seres humanos. Una mujer, que ha cometido adulterio con animales, le cercenan el cuello con un cristal que sale despedido del parabrisas. La asquerosa mujer queda expuesta cómo una fulana en el medio de la calle. Los violadores, y demás seres que han cometidos actos impuros y catalogados cómo pecados capitales, en distintos puntos del mundo son aniquilados sin piedad. Danniele, se introduce a través de la mente en la señal televisiva. Ofrece a los seres humanos la última oportunidad. Para la continuidad de vuestras vidas, deben elegir. Y señalando al Único Ser, expone: Sacrifiquen al Segundo Primogénito, y tendréis la vida. No lo sacrifiquen y todos morirán, pecadores e inocentes. Los seres humanos, gritan: !Sacrifícale, Sacrifícale, Sacrifícale¡ Desde todos los puntos del mundo se escucha la letanía. Samuel, sonríe. Llama al reportero para que emita el acto del sacrificio. El reportero, accede a la Iglesia. El cámara le acompaña. Los seis discípulos, y el Único Ser, se acercan al altar. El Ángel Exterminador, desde su posición, mueve dos columnas dentro de la Iglesia. Forma una Cruz. La coloca en el altar. El Único Ser, con el receptáculo, majestuoso se posa encima de la cruz. Samuel extrae el martillo del altar. Los clavos que sujetan los muebles del entorno caen en manos de Samuel. El reportero, horrorizado, sigue con el informe. Las personas que observan las noticias, continúan exigiendo el sacrificio. Las que se encuentran en las afueras de la Iglesia, acompañan con las demandas. Samuel, toma el martillo y los clavos. Se acerca al Ser Único, quién le ofrece la extremidad a Samuel. Samuel, coloca un clavo en la extremidad. Golpea. El Único Ser, sonríe. Samuel continúa con el sacrificio. El Reportero, continúa con la noticia. Los humanos enardecidos siguen pidiendo el sacrificio. Crucificado se yergue junto a la cruz y queda levitando a pocos centímetros de Samuel. Samuel, toma el receptáculo y empuña la daga. Asesta un golpe mortal en las costillas del Único Ser. La sangre empieza a fluir. Un río de líquido sale de la herida. El Único Ser, lanza un pequeño gemido. Los seis discípulos, entorno al sacrificio caen lentamente a medida que el Único Ser va expirando. El Reportero, extrañado observa a los seis discípulos que caen sin vida entorno a la cruz que aún continúa en el aire. El reportero se gira al cámara. Cae. El Reportero cae. Los seres humanos se observan entre ellos extrañados. Caen sin vida a medida que el raudal de sangre emerge de la Iglesia e inunda toda la calle. El caudal, desbocado e impetuoso arrastra a los cuerpos inertes por las calles de Londres. En todas los lugares del mundo los seres humanos mueren en el acto. El Ángel Exterminador, se acerca a la Iglesia. Envía a los seis discípulos y al Único Ser al espacio. Los Ángeles y Dioses se esparcen por la tierra. Las Panteras, se sumergen en los bosques junto a los demás seres vivos. III Acto Transcurren 10.000 Años. En la troposfera, la tierra, se observa viva y tranquila. Poco a poco las nubes, se abren paso. Permiten la visibilidad. Se empieza a percibir los picos de las montañas, verdes. Parecen sentirse gozosas de vivir. La vegetación desborda toda la extensión terráquea. A la vez que se acerca la visión, se empieza a percibir diversas formas de vida. Las mariposas, aves y demás seres alados, revolotean con un cántico especial y diferente. Otros seres como leones, caballos, cebras, panteras, pastan y beben agua de los riachuelos, los cuales plagan el entorno. Una variedad de seres marinos, surcan las aguas. Las risas de unos Bebés, invade el entorno. El intenso sonido de las risas guía el camino verde y vistoso. Las risas se intensifican. Dos Bebés rubios juegan felices en medio de la vegetación. La marca indiscutible de tres jotas entrelazadas, se muestran en la nuca de los niños. Samuel y Elizabeth, se acercan a los niños. Cada uno toma en brazos a un bebé. Vamos Jennifer le dice Elizabeth a la niña. Samuel, juega con el pequeño, quién sonríe radiante. Los Dioses y Los Ángeles, observan a Elizabeth y a Samuel junto a Gizas y Jennifer. Suben al cielo, y se funden con él. Yenny García Almeida.

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