Enigma

 Enigma


Rubén el camello del lujojsisimo barrio de la ciudad entabla una relación de amistad-amorio con una de las jóvenes más bellas del lugar que se llama Margot.

Quién suele visitar el garito más popular del sitio en donde acude Rubén en sus ratos de ocio.

Margot,  nunca ha probado droga alguna así que nunca hablan de esos temas.

Para Margot, Rubén es el hombre ideal, perfecto para casarse y tener hijos sin embargo sus idas a la discoteca y el comportamiento de Rubén con las personas hacen que Margot tenga pequeños arrebatos de celos sin saber que las relaciones públicas son la fuente principal de ingresos de Rubén.

Su negocio exige máxima simpatía y actuar de forma psicológica.

Más de una vez ha tenido que escuchar un relato sin fin.

Margot, una noche, decidida, prueba un estupefaciente y siente de forma automática un gran arrepentimiento.

Un llanto incontrolado se apodera de ella y no hace más que derramar lágrimas sin parar.

Rubén la ve en ese estado y decide llevársela.

Caminando por la calle Margot, no deja de gritar ¿Por qué ha hecho tal cosa?

Rubén le solicita silencio y le ruega que pare de llorar. Decide tomar un taxi, para su sorpresa una patrulla de la policía se aproxima.

Margot observa a los policías y empieza en un arrebato de sinceridad a contarles todo lo ocurrido.

Rubén no sabe donde meterse.

Los policías deciden llevar a Margot al hospital mientras cachean a Rubén a la vez que Margot grita que él no tiene nada que ver en el asunto.

Para desgracia de Rubén, le encuentran pruebas de su venta ilegal a lo que Rubén se queda mudo.

Margot al día siguiente le Dan el alta y va a por Rubén que se encuentra entre rejas paga la fianza y Rubén le otorga un beso largo y le susurra: Quizás en otra vida.

Margot, contiene las lágrimas y se marcha.

Se da media vuelta y se encamina a su nuevo destino.

Rubén la observa y se va hacia la otra dirección.

En ese momento observa a su padre fallecido a su izquierda Quién le dice, sois muy felices en otro universo.

Rubén musita: Así es papá, así es.

Yenny Margarita García Almeida.

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