Confesiones de un alienígena a punto de ser diseccionado.

Confesiones de un alienígena a punto de ser diseccionado


Luzbel está aquí entre nosotros.


El arcángel más temido por la humanidad, está aquí en un cuerpo humano, camuflado para pasar desapercibido y realizar sus fechorías de la forma más espeluznante.


Susurra a los humanos llevándolos a la locura haciendo que estos tengan pensamientos ilusorios de si mismo y crean que son Dioses y que poseen poderes especiales. 


Lo que más divierte a Luzbel es verlos recluidos en centros mentales, en donde son medicados hasta que se convierten en zombies humanos.


Los pobres seres creen firmemente que son Dioses hasta que fallecen.


El despertar de un Dios.


Luzbel juega con esa idea porque existen energías muy poderosas encarnadas en humanos que viven la experiencia para nutrirse de las nuevas razas. 


Sin embargo a diferencia de Luzbel, los Dioses, tienen un despertar.


Comienza en la pubertad, cuando sus deseos empiezan a hacerse realidad.


Luego en la edad adulta cuando están equilibrados económicamente empiezan a experimentar estados alterados de consciencia.


Deben bajar al infierno y descubrirse poco a poco.


Al principio no saben muy bien quienes son pero algo en los ojos de los seres del inframundo con quién se encuentra, algo como un breve destello de luz les hacen ver que son más que un ser común.


Estos estados se dan principalmente en sueños, después a lo largo de su madurez conectan con su Nirvana y los demás Dioses que están en el Multiverso encarnados en humanos.


Los seres humanos son una raza joven.


El alienígena, sentado en la camilla a punto de morir, solicita un poco de hidrógeno.


El científico le observa.


En realidad ya has contado todo lo que necesitamos saber, así que tu tiempo ha acabado.


Aún tengo una última confesión emite con voz débil el alien por la falta del gas.


Ok, cuéntame expresa el científico.


La raza humana es joven. Apenas llevan pocos millones de años descubriendo el Multiverso, sin embargo todavía existe la ignorancia científica.


Aún deben experimentar con cuerpos para entender los secretos del multiverso.


El Dios de este universo es Luzbel por eso hace lo que quiere sin interferencias de otros.


Todos los Dioses anhelan experimentar una vivencia en este universo. 


Un universo en donde la realidad y la ficción se mezclan haciendo que este sea un universo excepcional.


El alienígena suspira y fallece.


El científico apaga la cámara de video y extrae la cinta.


Escribe con rotulador:


Confesiones de un alienígena a punto de ser diseccionado. 1908.


La coloca con otras en una estantería.


Yenny Margarita García Almeida.

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