Historias Por Yenny García

 Player La riada de no vivos se abalanza sobre la cabaña de madera fuertemente tapiada. Dentro Charles se hace con las armas y munición que hay en la habitación contigua al salón. Armado hasta los dientes, baja hasta al sótano. Comprueba la pared trasera. Coge un martillo y hace un agujero. Sale al exterior. Hacia el este, los no vivos, intentan derribar la cabaña. Charles empieza a disparar. Uno a uno los mata a todos. Cuenta a medida que les derriba: 890, 891, 892, y así hasta que acaba con el último. Siente un ruido sordo y un mordisco en el cuello. Charles cae.                                 ****** Charles despierta. El no vivo, yace a sus pies con un cuchillo en el cerebro. Charles se cerciora de la herida. Milagrosamente sigue ileso. Charles se dirige hacia el garage y sube a un Jeep. Conduce por la carretera hasta llegar a un pueblo, allí observa a los no vivos deambular por las calles. Charles ...

 Sectaria Hidalgo, joven con un sentido religioso voraz y una jovialidad exarcebada, empieza a investigar distintas ramas teológicas diferentes a la demandada por todos en el planeta. Observa una en particular que se asemeja a sus creencias. Pronto acude a charlas y se examina en diferentes ramas. Conoce al líder y empieza una relación padre-hijo con el mandamás. Un día en una prueba de paciencia e Hidalgo que estaba un poco distraído por problemas económicos, decide marcharse y no superar la prueba. Enfadado sin dar explicaciones se marcha. Al cabo de los días recibe la llamada de Susana la administrativa de la organización para preguntar por qué no ha asistido regularmente a las reuniones. Hidalgo se desahoga. Le cuenta que está furioso ya que él creía que ya estaba más que posicionado. ¿Cómo le han tratado así? Susana hace una breve pausa y le recuerda que era una prueba de paciencia. Hidalgo cuelga. A raíz de allí a Hidalgo le llegan extraños mensajes escritos en papel y con le...

Confesiones de un alienígena a punto de ser diseccionado Luzbel está aquí entre nosotros. El arcángel más temido por la humanidad, está aquí en un cuerpo humano, camuflado para pasar desapercibido y realizar sus fechorías de la forma más espeluznante. Susurra a los humanos llevándolos a la locura haciendo que estos tengan pensamientos ilusorios de si mismo y crean que son Dioses y que poseen poderes especiales.  Lo que más divierte a Luzbel es verlos recluidos en centros mentales, en donde son medicados hasta que se convierten en zombies humanos. Los pobres seres creen firmemente que son Dioses hasta que fallecen. El despertar de un Dios. Luzbel juega con esa idea porque existen energías muy poderosas encarnadas en humanos que viven la experiencia para nutrirse de las nuevas razas.  Sin embargo a diferencia de Luzbel, los Dioses, tienen un despertar. Comienza en la pubertad, cuando sus deseos empiezan a hacerse realidad. Luego en la edad adulta cuando están equilibrados económ...