Vida Después De La Muerte

 Vida después de la muerte. 


Encerrada. 


Me sentía flotando en la nada y de repente aparecí ante mi bello Odín, mi perro fiel. Había muerto antes que yo y estaba en un plano verde y vistoso. Le acompañaba un hombre parecido a mi padre y al padre de Eduardo, mi pareja. Ambos padres fallecidos, tenían un aire al dueño de los padres de Odín. Le hice una seña para que me siguiera y Odín prefirió quedarse en ese plano. A mi me partió el alma pero yo tenía que continuar. Así que continúe y ví el Nirvana. En sus inicios era una estrella pero luego de la explosión,  para darnos la evolución se convirtió en un agujero negro. No tuve miedo y me adentré en el. Llegue hasta la singularidad y para mi sorpresa estaba en casa donde vivía con Odín y Eduardo. 


Paso el tiempo y me fui alejando de la singularidad hasta llegar a una pared densa que asemejaba a un espejo en donde se reflejaba todo este universo. Divise a través de una grieta el exterior y observé a un científico. Parecía un físico loco que me observaba. Yo le dije que me dejara salir,  puesto que yo era la Diosa Multiversal. Él me dijo que yo no era nada y me enfureció. Utilice toda la energía concentrada del universo y escape de mi esfera de cristal llevándome por medio al físico. Recupere mi tamaño natural y pude apreciar en el en torno que habían otros universos y otros Dioses encerrados. Los libere y juntos fuimos a ver a la gran mente que nos indicó el camino de regreso a nuestros Nirvanas, que intactos nos esperaban. 


La voz de mi padre, fallecido, me dijo que no me preocupara. 


En otro plano. 


Me encontré flotando nuevamente y aprecié como mi energía se desprendía del cuerpo. Yo supe que mi hora había llegado. Advertí como me trasladaban en ambulancia hasta el hospital y del hospital en el coche fúnebre al crematorio. Mi cuerpo se convirtió en cenizas y mi pareja Eduardo me condujo a casa. En los días posteriores me liberó en la naturaleza. Mi cuerpo se fundió con los elementos pero mi energía estaba allí,  solo que en otro plano. Me quedé sentada en una roca pensando en la muerte, en lo que era y una mujer parecida a mi madre, fallecida también, se me acercó y me dijo que ella también estaba muerta. Yo le conteste que no sabía si eso me tranquilizaba o me asustaba. Ella se echo a reír y me condujo a un grupo de casas muy bonitas que habían allí. Por el camino me contó que yo había ido a ese lugar y que estuviera tranquila porque allí se vivía tranquilo. 

En los días siguientes se celebraba una fiesta en la que todos estábamos invitados y la mujer me confeso que había un joven interesado en mi. No le ví bien el rostro pero estaba allí mirándome con ternura. 


El Retorno. 


Volví a flotar y me encontré de niña con la Biblia familiar en mis manos. Estaba en mi casa natal rodeada de mis hermanas y hermano, junto con mi Padre y mi Madre. Comprendí que había vuelto a mi vida solo que en otro plano. Estaba allí sentada en el butacón de mi Madre, leyendo el Antiguo Testamento. Me fijé en las palabras y sentí como mi cuerpo levitaba. No hubo sorpresas por parte de mis familiares que como yo habían fallecido. Y revolotee por toda la casa. Había ido allí, todo parecía comenzar de nuevo sin embargo algo me decía que siempre iba a estar siendo pequeña y viviendo mi infancia en un ciclo oblicuo dónde mi alma estaba reviviendo los momentos más felices de mi niñez. Abrí los ojos y regrese a esta dimensión. 


Evolución


Floté en el firmamento, me acercaba a las estrellas a una velocidad de vértigo. De repente una puerta se abrió ante mi. No había muros ni paredes, solo la puerta suspendida en el Cosmos. Se abrió y pude apreciar un espacio-tiempo diferente y foráneo. Estaba allí de pie y alce uno de mis brazos. Intente tocar el universo que se presentaba ante mi y me ví envuelta en un remolino brillante. Abri los ojos ya que los había cerrado para sumergirme y miré a un hombre de pie ante una tumba fresca. Era mi madre la fallecida, había muerto dándome a luz a mi. Reencarné en otro universo con unos padres diferentes, aunque muy familiares, me atrevo a decir que forman parte de mis antepasados. 

No tuve miedo y viví la nueva vida que se me había ofrecido. 


Yenny García Almeida

Comentarios

Entradas populares