Tierra 3.0

 Tierra 3.0


Cuándo los hombres empezaron a someterse a tratamientos con nanobots para alargar su vida, la inteligencia artificial crecía a la par. Entonces empezó una guerra entre los radicales que eran los humanos que se negaban a ser longevos contra los inmortales y estos a su vez peleaban contra la inteligencia artificial.


El mundo se dividió en tres grandes grupos.


Los inmortales querían el poder absoluto al igual que la inteligencia artificial a los que llamaremos androides y los radicales querían un mundo en donde todos tuvieran una vida finita ya que era la continuación natural de la naturaleza.


La guerra estaba en pleno auge. Los inmortales blandian armas que combinaban fuego cruzado con poderosos filos del material más fuerte que se haya conocido jamás.


Los androides poseían todo tipo de defensa, desde rayos gamma hasta poderes ultrasónicos.


Mientras que los radicales utilizaban armas muy avanzadas que les permitían barrer a los androides, sin embargo contra los inmortales era imposible.


Los inmortales llevaban la voz cantante. Casi nada podía contra ellos.


Susan una inmortal era una de las líderes.


Despiadada y cruel se mantenía en una posición relevante.


Se la tenía jurada a un radical que una vez demostró su fortaleza haciéndole un corte en la cara del cual no tenía rastro alguno ya que los nanobots le habían reparado en el acto. Eso era lo difícil de acabar con un inmortal sin embargo los radicales habían hecho una tregua con la IA y estos le habían proporcionado una forma de acabar con los inmortales.


Era una compleja red de nanobots que mataban a los de los inmortales.


No había habido baja pero los radicales estaban perfeccionando la tecnología para acabar tanto a radicales como IA.


Susan también tenía un arma contra la IA. Simplemente les introducía un virus informático en la red neuronal de las IA y terminaban con sus vidas.


Susan estaba planeando un ataque a las IA cuando fue interrumpida por sus asistente. Le venía a ver Robert el radical que se la tenía jurada.


Susan sintió curiosidad, ¿acaso quería una batalla entre el y ella?


De inmediato lo hizo pasar.


Robert, Robert, empezó a decir Susan.


Ya veo que te acuerdas de mí.


No por tu cicatriz le respondió Susan. Mostrando su mejilla perfecta y joven.


¿A que has venido Robert? Preguntó desafiante Susan.


A contraer nupcias contigo le espetó Robert.


La carcajada de Susan se escuchó en toda la estancia.


Robert, también sonrió.


Susan, empezó a decir Robert, tengo el arma definitiva para acabar con los inmortales, sin embargo os necesito para acabar con los androides.


Creí que habíais hecho un trato, manifestó Susan.


Trato finalizado respondió tajante Robert.


Si te casas conmigo seremos más fuertes y acabaremos con las IA.


No te necesito Robert...


Si me necesitas, interrumpió Robert 


Si me ayudas acabar con los androides te entregaré los nanobots malditos para vosotros.


Susan empezó a sentir cierto interés.


Valoraré tu oferta. 


No hay tiempo, los androides planean un ataque masivo tanto a radicales como a inmortales.


¿Cuando es ese ataque? 


Primero acepta mi oferta.


                               ****


La noche del ataque de las IA contra los inmortales y radicales, el asistente de Susan se cuela en las instalaciones de las IA. Desafortunadamente pierde la vida al cruzarse con un androide.


Robert se ofrece a acabar con el trabajo.


Susan acepta y decide seguirlo.


En la zona de los inmortales empieza la batalla contras las IA que adelantan el ataque.


Robert llega sano y salvo al gran ordenador que mantiene vivas a las IA.


Termina el trabajo y las IA caen en medio de la batalla dando el éxito a inmortales y radicales.


Susan aparece tras Robert y sin mediar palabra le clava el acero de su arma en el pecho a Robert.


Siempre te la tuve jurada Robert, nunca debistes herirme.


Robert se resbala hasta el suelo.


Susan envía un mensaje a sus soldados: Acabad con la vida de todos los radicales.


En el lugar se produce una masacre.


Susan sonríe, por fin la tierra y el universo es de los inmortales.


Yenny Margarita García Almeida.





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