El Ente

 


El Ente


Capítulo I


Realizo varios vídeos con la cámara de mi móvil. Luego los reviso y me doy cuenta que parece una película de terror. Existe un silencio y sólo se escucha mi voz. Se aprecia mi rostro un tanto distorsionado por algún tipo de manipulación del Zoom y efectivamente da miedo.


Pareciera que hablo con un ente. Existen muchos entes, pero seguramente en esta casa no habita ninguno. O quizás sí.


Se me vienen a la mente una serie de poemas, los cuáles hablan de desesperación, dolor y muerte.


Sólo es un argumento para una película de terror, dice mi voz interior, sin embargo el exterior me invita a la reflexión.


Mi bolígrafo desapareció. No tiene tinta dije yo, pero cómo una ráfaga de distorsión, volvió a renacer con tinta y legibilidad en la escritura, hecha por mi voz interior.


Todo esto es un sinsón. ¿Qué más da? Pregunta El Ente, que aparece tras de mí. Me toca el pelo y se desvanece en la antorcha encendida a medianoche del día que empezó.


Sal a ver la luna, me invitó. La tempestad se apoderó de todo lo que hay en la ciudad.


Tempestad, lluvia, viento, granizo y nieve. Es lo que clama el dolor del pueblo que susurra un sentimiento de sentir los elementos en su más excesiva realidad.


Capítulo II


Llueve, graniza, nieva, todo a la vez. Ha empezado hoy sobre la medianoche. La compañía del Ente se hace más llevadera, ya casi forma parte de mí.


Toma, come y utiliza los servicios de la casa. A veces siento su olor, otras lo que va a comer. Vive en otra realidad. Su estado está por determinar.


Se hace extraño el sentir y no ver ni palpar. A veces su forma de manifestarse, se hace una y otra vez de forma delirante que me lleva a pensar que quizás se está llegando a sentir uno más y no cómo un espíritu más.


*****

Hay agua por todas partes, pienso que se debe a la tempestad que arrecia afuera.

Aunque mi interior me grita que podría ser felonía de mi amigo invisible-


Un cigarrillo en la mesita de al lado de mi cama se hace notar. Lo fumo. No sabe a nada. Quizás sienta el frío del olor de la otra realidad.


Emite un sonido cómo las llamas de un fuego incontrolable que no se puede apagar. Eso es, un fuego que no se apaga con nada, ni siquiera con la frialdad de esta noche helada.


Reviso mis cigarrillos, me falta uno. No me preocupa. Sé que lo ha cogido el Ente, que se sigue moviendo cómo un torbellino junto a la tempestad y el continuo de las paredes que me rodean.


Los charcos de agua inundan la casa. El intento desesperado por mi parte de secarles se queda mudo por el olor penetrante que invade el lugar.


Me despisto. Examino la casa. La tempestad sigue arreciando pero el interior está seco.


La seguridad que me rodea, me hace respirar. Los tacones de mi hermana resuenan a lo lejos. Me asomo por la ventana y sólo veo, lluvia, viento y granizo, cayendo con tal fuerza que me inspira a girarme y saludar por fin a la sombra que aparece en el umbral.


Me dice su nombre. Apenas lo entiendo. Creo que ha pronunciado una A.


Yo intento dilucidar lo que expresa a continuación y sólo escucho el latir de mi corazón, como galopa. Golpea con fuerza al saberme sola pero ya acompañada por su grata estadía.


El terror se apodera de mi alma, la neblina ha empezado a caer.


Observar a través de la ventana ya no tiene sentido. La neblina impide ver más allá de mis narices.


Abro la ventana. Una ventisca entra rabiosa. Me acerco y extiendo mi mano y siento el granizo, la nieve y la lluvia en ella. Me hago con un copo, que se queda helado unos segundos y luego hierve cómo la pólvora. Se evapora y ante mí se muestra el paisaje que habita ese espacio.


Capítulo III


Grito su nombre y una palmada en mi rostro me hace ver a mi hermana, la que un día me quiso, aún me quiere, pienso yo.


Se interpone una y otra vez. Me da consejos. No sé cómo llevarlos. Algunos parecen sensatos, otros son cómo los del resto. Cree que estoy loca. Me mira atentamente, dictamina que debo mudarme y se marcha dando un portazo.


El Ente, se hace notar. Es un torbellino de locura, bajo un manto frío y helado debido a la tempestad que sigue arreciando sin parar.


Lleva varios días, cayendo la de Dios, cómo dicen en ciertos lugares. Y yo sigo aquí en mi incómodo sofá, lo que es un argumento, uno de terror.


Me lo repito sin cesar, para que esta decisión no me lleve a la locura de morir entre la brisa del viento y la lluvia que cae sin remediar sobre el sentido oculto en la existencia cómo tal.


La música entra en mis oídos, las vibraciones de un tren con prisa a la siguiente estación, se escucha a la lejanía.


Capítulo IV


El mobiliario de mi hogar se ha remodelado. La mesa de centro ha sido reemplazada por un puff. El olor masculino invade la casa. Creo que es Él, pero puede ser otro que se ha unido a este desasosiego.


Es época de Navidad. Apenas se nota. Las personas han perdido el espíritu navideño.


Más para mí, serán las mejores Navidades ya que mi compañía etérea se encargará de que sea inolvidable.



Yenny Margarita García Almeida.



Comentarios

  1. Hola Yenny me gusta la incertidumbre Que nos deja al no saber si ella realmente está conviviendo con un espíritu yo digo que sí.

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    1. Exacto, la idea es esa. Viste que la hermana no lo cree. Y le da un bofetón, para que reaccione. Sin embargo el mobiliario está cambiado y eso es lo que despita. Gracias por tus comentarios amiga. ❤❤❤

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    2. Amiga por un momento pensé ayudo ella era el fantasma. Me encato amiga deberías enfocarte en escribir terror Yenny Poe 😌

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    3. Amiga, gracias por tus comentarios enriquecen mucho el blog. 😘😘😘

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    4. Como siempre, magnífico, expectante y con una buena narrativa literaria.
      La incertidumbre, y la búsqueda en medio de la soledad hecha espectro como compañía.
      La imagen correctora de una hermana que no está, el caos interior del ser en medio de una ensoñación brumosa!
      Increible amiga!

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    5. Wow, gracias por la crítica fascinante. Un besote amiga 😘 😘😘

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  2. Por si acaso, yo tengo el número de móvil del padre Damián J.Karras.

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    1. Hola, no sé si es una broma, pero gracias por tu comentario. Gracias por leer mis historias.
      Un saludo 👋 😉 😊

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